lrededor de esta fecha, se produce un robo a Guillermo Imperiale, en viaje desde “la estancia que la Compañía (de Tierras del Sud) tenía en Cholila hacia Trelew. Imperiale iba acompañando unas carretas que llevaban mercadería para la Compañía, las que eran conducidas por Hood y Grice, dos de los norteamericanos residentes de Cholila” (Marcelo Gavirati. Buscados en la Patagonia).
El comerciante notó la sustracción de una maleta con 5.000 pesos y la encontró en los alrededores, pero vacía.
Ante las dudas que surgieron y que los tenían como principales sospechosos, los norteamericanos “en circunstancias no aclaradas logran escapar. Esta versión sería confirmada un par de años después por el Comisario Humphreys, quien, en declaraciones al diario La Prensa, afirmaría que ambos malhechores se habían fugado por una negligencia de la policía de Cushamen”.
Se dirigieron a Cholila, donde contaban con una cobertura protectora.
Hood y Grice tenían estrecha relación con sus compatriotas Butch Cassidy y Sundance Kid, quienes tenían un frondoso prontuario en Estados Unidos, de donde habían huido. Se radicaron en el oeste chubutense. Constituyeron una propiedad en Cholila donde aparentaban ser honestos hacendados.
Coincidentemente con ese suceso, el gobernador de Chubut Julio Lezana estaba llevando a cabo una gira por el interior del territorio nacional y para esta fecha se alojó en la casa de Cassidy, donde fue agasajado y se le presentó un petitorio con reclamos de los ganaderos de la zona.
“Butch y Sundance tenían con Hood y Grice una amistad y un compañerismo mucho más profundos, que provenían de correrías conjuntas en Estados Unidos. Sólo así se explica que Hood no sólo viviese en la casa del trío (junto a la mujer de uno de ellos), sino que además fuese protegido por Butch, arriesgando así la buena reputación conseguida en Chubut”.
A pesar de las sospechas que se despertaron, no tuvieron mayores dificultades para seguir con sus actividades cotidianas. “Superado este incidente, un nuevo robo cometido por dos hombres, de supuesta nacionalidad ‘inglesa o norteamericana’, al Banco de Londres y Tarapacá de Río Gallegos, hizo recaer nuevamente las sospechas en Hood y Grice, quienes tenían su guarida en las cabañas de los norteamericanos, por lo cual se ordenó la detención de sus ocupantes” (Susana Bandieri. Historia de la Patagonia).
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