La jueza Borruto dijo que ha cambiado el perfil del delito
Trata de personas

La jueza Borruto dijo que ha cambiado el perfil del delito

La jueza federal de Río Grande dijo que muchas mujeres rescatadas “no se auto perciben como víctimas”. Ya no se comprueba retención de DNI o engaños, sino que la explotación se deriva de la pérdida de autonomía económica, principalmente en términos de vivienda.
26/04/2023
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a jueza federal de la ciudad de Río Grande, Dra. Mariel Borruto, actualizó la información acerca de la causa que instruye su juzgado, derivada de un operativo conjunto con la Fiscalía Federal y la intervención de la Gendarmería, y cuyo resultado fue el rescate de varias mujeres víctima de trata y la detención de una persona.

De manera introductoria, la jueza explicó que la modalidad del delito de trata “ha cambiado, ha mutado, como muchos de los delitos de este tipo”. Básicamente, dio cuenta que las mujeres en estos casos “no se auto perciben como víctimas. No vemos más esto de que le quiten el documento o que la fuercen o que estén engañadas, el camino es otro” dijo.  

Por tal motivo, consideró que la modalidad ahora “es más difícil de investigar porque (las mujeres) entran en una sumisión económica, es decir, ‘te traigo, venite para Tierra del Fuego, te pago el pasaje, pero después me lo debes, necesitas ropa, te doy ropa, pero después me la debes. Entonces pierden su autonomía económica” describió gráficamente. 

Despejándose de hipocresía, Borruto planteó que “cada mujer puede trabajar con su cuerpo y hacer lo que quiera, pero en la esfera de su intimidad, sola y bajo sus respectivas órdenes”. En cambio, la Ley y la Justicia deben intervenir “cuando se hace un grupo y hay alguien que obtiene beneficio de la actividad de estas mujeres. Es ahí donde la Ley establece la pena y nosotros tenemos que ir atrás de la investigación”.

La complejidad en las investigaciones la denotó la magistrada en que por lo general se trata de grupos de mujeres en domicilios, sobre los que se debe dilucidar “cómo llegaron a agruparse, de quién es, conseguir un contrato de alquiler, tanto en Ushuaia como en Nueva York, los requisitos que piden, entonces pensamos que hay alguien más atrás de todo esto que puede hacer más fácil esta tarea”, para lo cual, a cambio, probablemente haya una explotación, un delito. 

“Siempre que exista cliente, va a haber trata o prostitución” razonó con lógica. Pero insistió en la mutación en este tipo de delitos, que de alguna manera “se han perfeccionado”.

Por ejemplo, mencionó casos en los que una ex víctima “después toma la dirección del grupo y dice, ‘bueno, venite, acá tenés lugar, acá podés comer, pero me debés la comida, el alquiler, el gas, la luz. Entrás en una sumisión económica donde no podés salir. Y ahí viene este aprovechamiento que se hace, que quizás no se dan cuenta”. A esta situación se suma la aparición del factor miedo, “porque sabés de dónde viene, porque entras en confianza y le contás quién es tu familia. Entran un montón de cosas a jugar que no está fácil”. 

“Necesitamos saber quién está atrás de todo esto. Ya no es lo que se daba antes, que encontrábamos las chicas, los elementos. Hoy no, y aparte la cabecita también ha cambiado en ellas, no se auto perciben víctimas pese a que nosotros vemos la situación en la que están, en la que viven” insistió en su apreciación sobre la preocupante modalidad delictiva.  

La Dra. Borruto confirmó los allanamientos en tres inmuebles, y contabilizó en siete las mujeres víctimas de explotación sexual. Y la detención de una persona a la cual ya se le tomó declaración indagatoria.

Compartió que la investigación se centraliza por estos días en los inmuebles, “a ver cómo llegan a adquirir esos alquileres, quién los paga, quién está atrás, quién contrata, si cumplió con todos los requisitos” denotando que difícilmente una mujer recién arribada a la isla, sola y sin conocer a nadie, pueda acceder a estas condiciones. “Me parece que hay alguien atrás de todo esto” expresó con claridad. 

Asimismo, señaló que por lo general las mujeres víctimas arriban desde distintas provincias, por cuanto “van rotando en distintos lugares”. 

La jueza federal de Río Grande, Mariel Borruto, mencionó que “lo único que nos queda es recuperar la prueba, hay que analizarla, hay teléfonos también, hay que proceder a la desgrabación y ver qué se obtiene de esto, hay anotaciones, todo esto se analiza, y a partir de ahí se dicta la resolución de mérito. Si existe o no, trata de personas, si puede ser otra figura que termine en el ejercicio de la prostitución”. 

Finalmente, en relación con la situación de vulnerabilidad en la que quedan las mujeres, la magistrada reconoció que “cada vez que pedimos ayuda al municipio de Río Grande, siempre nos aportan las psicólogas y el personal adecuado”. También indicó que personal de la Comisaría de Género “actuó muy bien, nos acompañó”, debido a que no puede el personal de Gendarmería ingresar a los domicilios objeto de allanamiento sin el acompañamiento “de gente que contenga a las víctimas”. 

Otro tipo de asistencia a las víctimas reconoció Borruto que es muy difícil de implementar: “ubicarlas, se las ayuda, tratar de volver a su provincia o a su lugar de origen, en la medida de lo que se puede, pero no podemos salir con siete personas a alquilarles un lugar. Por eso a veces quedan en los mismos lugares que allanamos hasta tanto puedan organizarse, pero el lugar siempre se ordena la clausura” comunicó, por último. 

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