ras más de un año de juntar monedas de 1, 2, 5 y 10 pesos en el chanchito, llegó el día de vaciarlo y decidimos invertir en unas lechugas yanquis. Grande fue la sorpresa cuando nos dimos cuenta que con lo que teníamos, no llegábamos a comprar ni siquiera un dólar. Creo que por estos tiempos no se estaría cumpliendo eso de que el ahorro es la base de la riqueza.