ste día, Jorge Alcalde, director de la revista ‘Quo’, explica la aparición de lagos en la Antártida: "Uno de los sintomas de los que defienden el cambio climático se basa en la disminución de los icebergs (…) Se han detectado 8000 lagos y están en alerta ", afirma Alcalde (Agencia EFE, 22/8/2016).
Estos cambios que se están experimentando en la Antártida “pueden tener como responsable a ‘El Niño’, fenómeno climático relacionado con el calentamiento del Pacífico oriental ecuatorial, el cual se manifiesta erráticamente cíclico”.
No fue un fenómeno ocasional. Una investigación, realizada seis años después, “que relevó los lagos superficiales de agua de deshielo (…) de la Antártida por siete años, detectó que el volumen de estas masas de agua está creciendo año a año” (Infobae 29/12/2022).
Se analizaron más de 2.000 imágenes satelitales de la Antártida Oriental, para relevar el tamaño y volumen de los lagos entre 2014 y 2020.
Se detectó “que los lagos analizados tenían más profundidad y se ampliaban en las estaciones cálidas merced al deshielo (…) Las temperaturas más elevadas del verano en el continente blanco están estrechamente vinculadas al aumento del volumen de los lagos”.
La investigación, que se publicó en la revista científica ‘Nature Communication’, permitió analizar las variaciones en cada temporada y explorar cómo modifican su profundidad, caudal y dimensiones.
“Sabíamos que los lagos supraglaciales eran más extensos de lo que se pensaba anteriormente alrededor de la capa de hielo de la Antártida Oriental, pero hasta ahora solo teníamos instantáneas de estos en algunos años. Nuestro estudio revela que estos lagos cambian en escala mucho más de lo que originalmente sospechábamos. Nos sorprendió cuánto pueden cambiar los lagos de un año a otro entre las plataformas de hielo”, dijo Jennifer Arthur, autora principal del documento y experta de la Universidad de Durham.
“Debido al cambio climático —continuó la especialista— la temperatura del aire en la Antártida seguirá aumentando y nuestro estudio sugiere que esto conducirá a un aumento en la cantidad y el volumen de los lagos supraglaciales, lo que a su vez pondrá algunas plataformas de hielo de la Antártida oriental en riesgo de colapso”.
El caudal de hielo sería, de derretirse, capaz de elevar los niveles de mares y océanos en 52 metros alrededor del planeta (Infobae).
Autor: Bernardo Veksler