ustavo Lovrich, doctor en Biología e investigador principal del CADIC CONICET, analizó diversos factores históricos, ambientales, productivos y gastronómicos que rodean la problemática de la escasez de centolla en Tierra del Fuego en los últimos tiempos.
La centolla, un recurso emblemático y auténtico de la región, ha experimentado transformaciones a lo largo de los años. Según Lovrich, su pesca se inició en la década de 1930, y se han adoptado diferentes métodos a lo largo del tiempo para su captura, desde redes poco selectivas hasta trampas más eficientes. En los años 80, la centolla comenzó a tener relevancia en la gastronomía local.
"En los años ’40, al no estar desarrollada la refrigeración, se enlataba. De hecho, una de las tres fábricas que había en Ushuaia, prácticamente solo enlataba, que era Lapataia, y fue la primera en cerrar. Después subsistieron Mar Frío y Pesquera del Beagle. Cerró Mar Frío en los ‘90, y Pesquera del Beagle subsistió hasta fin de los ‘2000", señaló Lovrich.
Sin embargo, a partir de los años 90, comenzó a evidenciarse una disminución en la abundancia y la reproducción de la centolla. Se implementaron medidas como vedas geográficas y temporales para proteger la especie, con la esperanza de su recuperación. A pesar de estas acciones, la población de centolla continuó enfrentando desafíos.
En relación al apareamiento y su importancia para la pesca sostenible, Lovrich explicó: "En esa época se aparea la centolla. El apareamiento es un comportamiento complejo. La hembra cambia de caparazón para poder crecer, y queda blanda. Es muy vulnerable a que la atrapen y la devuelvan al agua y eso hace que se muera. Si uno pesca durante esa época, ahora sabemos que interfiere negativamente con el apareamiento".
El experto destacó la necesidad de contar con información precisa y actualizada para tomar decisiones que protejan la población de centolla y garanticen la sustentabilidad de la pesca: "Hay un cuerpo de conocimiento y de investigaciones que se hicieron en los últimos años que es muy importante. La pesquera, o el pescador, o una compañía pesquera, lo que quiere es saber dónde hay más. Es maximizar el rédito, maximizar la ganancia. En cambio, lo que se trata desde el punto de vista de la biología, en este caso, es de tener información permanente que te permita tomar decisiones con un sustento biológico" concluyó en su apreciación técnica Gustavo Lovrich.