pesar de los eternos debates y discusiones públicas, los comederos y bebederos comunitarios para perros continúan instalados en la vía pública y con ellos, las problemáticas a simple vista.
Minutos antes de esta foto, los perros de la imagen se abalanzaron sobre una pareja de turistas que paseaba por pleno centro de la ciudad, amenazantes. Luego, comenzaron a ladrar y disputarse la comida.
Los peligros siguen a la vista, porque bien pudo alguien resultar mordido, como en otras oportunidades.
También hay peligros no tan a simple vista, como el contagio de enfermedades entre animales que comen y beben de un mismo lugar, entre ellos fauna nativa, como gaviotas u otras aves.
La cantidad de perros en las calles de la ciudad parece aumentar y con ello, estos problemas de seguridad e higiene en la vía pública.
Todo sigue igual. ¿Hasta cuándo?