l economista fueguino, Juan Pablo Deluca, explicó algunas cuestiones vinculadas a la Ley 19.640 con el objetivo de llevar mayor claridad en torno a una normativa que últimamente ha sido muy cuestionada aún desde el desconocimiento.
En primer lugar recordó que “se sancionó en 1972, hace 52 años, cuando nuestra provincia no era provincia sino territorio nacional” y que “establece un régimen especial tributario aduanero diferente al régimen general”. Indicó que “dentro del régimen se genera una zona Aduanera Especial que es la Isla Grande de Tierra del Fuego”, mientras que “las Islas del Atlántico Sur y Antártida son zonas francas”.
Según expuso “el Área Aduanera Especial tiene un conjunto de normas diferentes a la Zona Franca. La Zona Franca tiene exención total y dentro del Área Aduanera Especial aparece lo que es el Subrégimen de Promoción Industrial que permite, para algunos proyectos industriales, normas particulares; normas que, por ejemplo, permiten exportar o vender al resto de la Argentina aprovechando los beneficios de la 19.640”.
Deluca resaltó que “el fundamento originario de esto es desarrollo económico con ejercicio de soberanía”.
El economista hizo hincapié en que no se trata de un régimen subsidiado. “Hay una diferencia bastante concreta porque nos dicen desde Buenos Aires ustedes gastan alrededor de mil millones de dólares, mil millones de dólares de mi bolsillo van a ustedes, No sale mil millones de dólares por año. Sí hay un costo pero no es ese costo. Eso es lo que se llama gasto tributario, impuestos no pagados, en pesos, no en dólares, porque nosotros no tributamos en dólares”, manifestó.
Por otra parte, insistió en el valor geopolítico de la normativa que se estableció en los setenta, “antes del conflicto bélico por las Malvinas, en un periodo donde nuestra promoción económica y regional ayudó mucho para abordar las Malvinas”. En este aspecto resaltó que “hubo mucho intercambio, se estableció la primera pista de aterrizaje, las plantas de energía provistas desde Río Grande. El mismo sistema de la 19.640 nos posibilitó ejercer la soberanía en esos espacios. La misión final de la ley 19.640 sería el ejercicio completo sobre los territorios totales fueguinos”.
“Este instrumento, que es una política de Estado, está pensado justamente para abordar estos territorios de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, en primer lugar porque estamos alejados de los principales centros de poder y económicos del mundo y en segundo lugar porque tenemos espacios estratégicos que tienen mucho valor. Por ejemplo el 70 por ciento del agua dulce del mundo que está en la Antártida, los pasos interoceánicos más importantes entre el Pacífico y el Atlántico, la riqueza ictícola o la capacidad de energía renovables que tienen todos estos espacios. La 19.640 establece y desarrolla capacidades para poder aprovechar este valor”, continuó.
Al ser consultado sobre si Tierra del Fuego se podría haber desarrollado sin la Ley 19.640, propuso que “miremos el otro lado de la Isla Grande de Tierra del Fuego, cuántos habitantes tiene el Porvenir y cuánto desarrollo tiene”.
“Hoy que se está poniendo en valor, el mercado privado, el mundo empresario internacional, quiere ir a la Antártida y tiene que pasar por los lugares que tienen esa capacidad de servicios portuarios. Lo más cercano que tiene Chile en estos términos es Punta Arenas que se desarrolló por el Estrecho de Magallanes y no por una política como la nuestra. Y del otro lado, en Puerto Williams todavía no tienen la capacidad que hemos desarrollado en Ushuaia e incluso en Río Grande”, analizó.
Puntualmente destacó a Río Grande como la ciudad industrial por excelencia de la Patagonia y de la República Argentina. “Vincular industria con soberanía es algo muy propio nuestro y se ve materializado en lo que producimos nosotros, en la electrónica, con la etiqueta de Hecho en Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur con las Malvinas en el centro”, concluyó.