espués de haber transcurrido varios días del Gran Premio de la Hermandad (GPH), continúan las repercusiones negativas con la organización de la carrera y el desenlace de la misma. Las malas condiciones del camino que dejaron decenas de autos varados en el barro no fue la única circunstancia que vivieron algunos pilotos.
Tal es el caso del piloto ushuaiense Ariel “Carin” Ermaliuk, quien alzó la voz para expresar todo lo que tuvo que vivir en esta edición junto a su hija que participó como navegante.
Ermaliuk hizo público su malestar en las redes sociales: “Ya más tranquilo y con el auto en casa. Les voy a contar lo que paso: El viernes 16 saliendo del clasificatorio nos chocó un auto particular en el enlace del clasificatorio hasta la casa que alquilamos. Después de llamar varias veces a las autoridades de la carrera (sin obtener ninguna respuesta) llegaron los carabineros. Nos llevaron al hospital y después a la comisaría, en donde nos hicieron una causa, nos secuestraron el auto y así mismo nos prohibieron la salida de Chile, sin poder correr la carrera”.
“Después de hablar con los comisarios y con el director de la prueba (los cuales se lavaron las manos) nos sentimos con muchísima impotencia y abandonados a nuestra suerte!”
“Después de mucho sufrimiento y de una semana en Chile, ¡nos atendió una jueza con la cual pudimos llegar a un arreglo junto con la otra parte, pagando todos los daños e incluso más! Nos absolvieron de los cargos, nos dieron el auto junto a nuestros documentos y así mismo el permiso de salida del país”.
“Me gustaría saber cómo van a explicar esto los del ACRG y ADELFA. Digo, ¿no tenemos ningún seguro de carrera? o se hicieron los sonsos. ¿Qué hubiera pasado si atropellaba a una persona? ¿Estaría preso?”, se preguntó el piloto.
“Quiero saber cómo van a justificar esto que es un problema muy grave y que incluso puede pasarle a cualquier piloto. ¿Se van a lavar las manos y van a salir con alguna excusa como hicieron con los 70 autos encajados y abandonados en el sector argentino? ¡Son inoperantes y mentirosos!”, continuó relatando.
“Solo espero que esto le llegue a quien le toque, sé que nadie me va a llamar para explicarme la razón por la cual nadie hizo nada. ¡También espero que se tenga en cuenta para alguna otra futura competencia así ningún piloto llega a sufrir lo que sufrimos yo y mi hija!”, manifestó Ermaliuk.
Después de tantos reclamos de parte de los pilotos, asistentes y público que asiste a la competencia, se abre un gran interrogante para la 50° edición, que tendrá ribetes de histórica.
Tras el descontento de los protagonistas con la organización, aún se aguarda que todas las partes se junten para trabajar en conjunto y que todo vuelva a la normalidad, para disfrutar de esta tradicional competencia.