a empresa textil Fabrisur SA confirmó en las últimas horas el cese definitivo de su producción en Río Grande, dando inicio al desmantelamiento de su planta ubicada en el parque industrial de la ciudad. Este cierre afecta a unos 90 trabajadores, quienes ya fueron notificados de la decisión empresarial.
El cierre de la planta que funciona en Río Grande será a partir de marzo de 2025 y está directamente vinculado a la decisión de la Secretaría de Industria de la Nación de no otorgar los beneficios impositivos de la prórroga del Subrégimen Industrial al sector textil, en especial, en aquellos casos de empresas que no desistieron de seguir adelante con demandas judiciales contra el gobierno nacional.
La decisión de los dueños de Fabrisur, establece que seguirá su producción en San Luis o en Buenos Aires y, por ello, comunicó a sus trabajadores que quienes estén interesados en trasladarse a algunos de esos puntos del país, seguirán perteneciendo a su staff de empleados.
El cierre de esta textil, se suma a la ocurrida con la Textil Río Grande y con Barpla; otras dos empresas que se vieron afectadas por la decisión de Nación de dejar de otorgar los beneficios impositivos de Tierra del Fuego y, además, pretender cobrar aquellos impuestos que no pagaron desde enero de 2024, a la fecha.
El secretario general del SETIA, Rodrigo Cárcamo, en declaraciones a la prensa, dijo que “la situación de la industria textil e indumentaria no solo en la provincia, sino a nivel nacional, es crítica. Hemos estado en contacto con nuestros representantes en Buenos Aires, y también avizoran un final de año complicado y un inicio de año aún más difícil debido a las aperturas de importaciones que agravan el panorama”.
Según el gremialista, la empresa busca acompañar a los trabajadores en esta transición. “Ellos no quieren cerrar definitivamente, sino trasladar la planta y ofrecer la opción de mudarse a los empleados que lo deseen. Para quienes no puedan o no estén interesados, se garantizará la indemnización correspondiente, tal como marca la ley”.
Cabe puntualizar que, según datos oficiales, entre enero y septiembre de este año se perdieron 460 puestos de trabajo en el rubro de la industria textil. Al arrancar este año las textiles contaban con 553 operarios ocupados y, ahora, en septiembre, luego del cierre de dos fábricas textiles más la situación de suspensión en otras, cayó a 93 la cantidad de trabajadores en ese sector.