lrededor de esta fecha, una joven periodista de Cataluña llega a la isla tras los pasos de Jacint Puget, fundador de la estancia La Catalana. La vida de este pionero originó el libro Un senyor de la Terra de Foc. Su autor fue el afamado escritor en catalán Josep Pla, quien quedó impactado con su historia.
La cronista Meritxell Collelldemont lo leyó y decidió investigar sus pasos patagónicos de principios de siglo. “Su vida me pareció apasionante –explicó– y enseguida tuve ganas de seguir su rastro. Él volvió a Barcelona en los años cincuenta, pero siempre recordó la Tierra de Fuego”.
En Río Grande, buscó en la guía telefónica: “Encontramos un Puget que resultó ser su sobrino y le llamamos. Llegamos tarde, el hombre había fallecido poco antes. Localizamos, sin embargo, a su viuda, una mujer de origen inglés nacida en la Tierra de Fuego llamada June Spooner. Tenía más de 80 años, pero una memoria prodigiosa. Ella nos ayudó mucho a reconstruir la historia”.
Puget le contó a Pla, que “La Catalana era una propiedad de 20 mil hectáreas, capaz de mantener a seis mil cabezas de ganado lanar”. Intentó plantar pinos, sin éxito, y recordó lo mucho que tuvo que trabajar para alambrar el predio, la soledad del sur, sus numerosos vecinos ingleses, las largas extensiones y el terrible viento. También habló del encanto y de la poesía de esas tierras.
La propiedad estaba integrada a la estancia Viamonte. Los actuales propietarios no viven en la casa, “pero tuvimos la suerte de que fueran a pasar un fin de semana allí, mientras nosotros estábamos de visita. Una de ellas se llama Cristina Goodall” y “gracias a ella pudimos visitar la estancia”.
“Allí están todavía los puentes que construyó y los cercados”. Encontraron “papeles de Puget y nos los dejó consultar. Era un hombre muy ordenado y había una correspondencia copiosa con distintos personajes importantes, incluido el presidente de Argentina. Todo esto lo estamos todavía estudiando”, afirmó.
Tras su vuelta a Barcelona, en 1953, Puget vivió hasta alcanzar cerca de cien años. Murió probablemente en 1979. La entrevista de Pla se hizo en 1960, después su rastro se perdió.
La intención de Meritxell es la de escribir un libro sobre su viaje tras los pasos del catalán y su estancia.
