n grupo de jóvenes patinadoras con edades que van desde los ocho hasta los quince años del Club Andino Ushuaia (CAU), participó en el Campeonato Nacional de patinaje artístico sobre hielo realizado en Buenos Aires. La experiencia, calificada como “muy buena” por las deportistas, volvió a poner en evidencia la desigualdad de condiciones que enfrentan quienes practican esta disciplina en el extremo sur del país.
En Ushuaia, la pista olímpica está a cielo abierto y sólo puede utilizarse durante tres o cuatro meses al año, siempre que las condiciones meteorológicas lo permitan. El resto del tiempo, las deportistas deben entrenar fuera del hielo, practicando saltos y rutinas en el gimnasio o sobre piso seco. “Si hay viento, se vuela todo y no se puede patinar. Este año tuvimos suerte si llegamos a tres meses”, explicó una de las entrenadoras en entrevista en el programa ¨Zoom a Diario¨.
Las representantes del CAU compitieron en distintas categorías, desde básico 3 y 4 hasta intermedia, y se destacaron frente a rivales que entrenan todo el año en pistas cubiertas. “El solo hecho de representar a Ushuaia ya es un logro. Pero el esfuerzo que hacen es inmenso. Patinan con viento, con nieve, de noche y a temperaturas muy bajas”, expresaron desde el club.
Los entrenamientos se realizan en horarios nocturnos, entre las 10:30 y las 12:30 de la noche, ya que la franja horaria está compartida con el hockey sobre hielo y otras actividades. Durante las vacaciones de invierno, las patinadoras deben pagar clases privadas para no interrumpir la preparación, lo que restringe aún más el acceso según la situación económica familiar. Desde el club, las familias organizan rifas, ventas de empanadas y otras actividades para cubrir los costos de los viajes y la indumentaria. “Todo es a pulmón. No tenemos apoyo económico institucional y muchas veces las chicas tienen que abandonar por no poder sostenerlo”, señalaron.
El reclamo por el techado de la pista de hielo fue una de las demandas más repetidas a lo largo de la entrevista. “Tenemos una pista olímpica, la más grande de Sudamérica, y está a cielo abierto. Es una oportunidad perdida no aprovecharla. Con un techo, podríamos entrenar todo el año y llegar mucho más lejos”, afirmaron en entrevista con Zoom a Diario.
Según explicaron, la Federación Argentina de Patinaje permite clasificar a competiciones internacionales a través de los campeonatos regionales y nacionales, pero sin una infraestructura mínima, competir a ese nivel se vuelve inviable. “Nosotras también podemos estar. Queremos demostrar que, a pesar de tener hielo sólo unos meses, estamos al mismo nivel que chicas que entrenan todo el año”, expresó una de las patinadoras.
El patinaje artístico sobre hielo en Ushuaia representa mucho más que un deporte: forma parte de la identidad invernal y de una comunidad que mantiene viva la tradición del hielo a pesar de las adversidades. “Si no lo cuidamos, perdemos una parte de nuestra cultura”, reflexionaron hacia el final del encuentro.