na nueva edición de la Copa “Malvinas Argentinas” tuvo lugar en el fin del mundo. El choque de selecciones más esperado se disputó en doble turno siendo el viernes, sede la ciudad de Río Grande, con la Fortaleza Verde como arena de competencia y el sábado la Casa del Deporte de la ciudad capital.
La cita inició el viernes en la casa del camión riograndense con el duelo de selecciones femeninas. Las locales, dirigidas por Sánchez, superaron con claridad a una Ushuaia que no solo no encontró el rumbo, sino que tampoco pudo oponerse desde el carácter y desde las ideas.
Río Grande, desde la seguridad de montaña, la jerarquía de Ruiz y Figueroa más el talento de Méndez o Sánchez, se impuso de principio a fin, Pero no solo fue eso, sino que encontró en Yamila Ramírez una cuota de gol que sirvió para ratificar esa superioridad en la irrefutable matemática. Fue 4-2 para viajar a la capital con confianza.
La Casa del Deporte recibió el cotejo en la jornada sabatina, allá por las 20 pitó el juez Santiago Martínez y la bola comenzó a rodar. Los primeros instantes, aunque muchos más dinámicos que el viernes, empezaron del mismo modo que en el primer duelo, con Río Grande más despierto y un gol de antología de Corregidor, después de una asociación cinco estrellas entre Ramírez y Figueroa.
Pero esta vez el elenco de Ceballos reaccionó a tiempo. Jara, el emblema sin dudas de las de la capital, tuvo una de esas tardes magníficas, Luci Gómez corrió y metió por todas, Centeno desde el otro lado puso de lo suyo y el resto acompañó completamente a la altura. El espectáculo fue de altísimo vuelto y Ushuaia antes de Linda Centeno llegó a la igualdad, y de ahí en adelante pudo ser para cualquiera, pero fue para Ushuaia, y fue para las de Ceballos porque el equipo respondió, reaccionó y dio la cara.
Fue para Ushuaia porque apareció un nombre clave que va a ser importantísimo, Elizabeth "La Chaco" Suárez, la ex CAEF plena de confianza luchó con todos y con todas, metió, corrió, obligó y hasta marcó un gol polémico, pero Ushuaia se quedó con un 3-2 que ponía las cosas igualdad en el Femenino y dejaba todo a definirse entre los caballeros.
El viernes en la Fortaleza también había sido día de juego para los hombres. Río Grande superó con claridad en la primera mitad a Ushuaia haciendo figura a un Italo Gómez en modo selección, en el estreno del técnico histórico Martín Bonvehi al frente de la mayor.
Lo ganaba Río Grande el viernes con un golazo de Ramírez, lo empató Ushuaia en la segunda parte, con gol de Brandon Espinoza y terminó siendo justo porque el elenco de la capital supo acomodarse y entender la temperatura del juego, descomprimir la intensidad rival y quedarse con una unidad inteligente.
Sin embargo, todo cambiaría el sábado en Ushuaia. La Casa del Deporte se colmó con público de la capital que esperaba ver a su selección ganando y levantando la copa. Pero todo lo contrario ocurrió, y más aún, es que la Copa fue para los dirigidos por Nico Barrios, y no solo eso, sino con una goleada histórica.
Si bien las acciones de juego en los minutos iniciales fueron similares a las del viernes, está vez Rio Grande pegó por dos, primero Camino y después Frescia adelantaron rápidamente a los de norte que parecían un verdadero monstruo en los minutos iniciales.
Ushuaia, que vivió un recambio necesario después de lo que fue el bicampeonato patagónico, tuvo algunas bajas importantes como las de Baumgartner o Pity Oliva, pero la realidad es que Río Grande también tuvo bajas. Los minutos corrieron y si bien el elenco de Bonvehi supo volver a ordenarse, volver a leer el juego y cultivar la paciencia, nunca encontró caminos reales para enfrentar con verdadero peligro a un Coki Chávez que tuvo dos y las tapó con total seguridad.
Llegando a la mitad del complemento el elenco del norte aceleró en el momento exacto que Ushuaia había propuesto un recambio más alto para dar aire a los demás y después de tres contragolpes clarísimos, fue Gabi Sánchez que encontró en un tiro libre, producto de esas contras, el tercer tanto para los suyos.
Apareció Chavez y hasta pudo haber un sexto. Río Grande ganó, no solo ganó, goleó y gustó. Se quedó con autoridad con el título y camina hacia Misiones, para la cita nacional en un mes, con la flechita para arriba completamente.