ienvenidos a esta oferta exclusiva de alojamiento urbano donde cada huésped puede disfrutar de la genuina hospitalidad local: colchones vintage al aire libre, sillones con historia (y hongos), y un paisaje decorado con electrodomésticos en reposo eterno. Aquí, merced al esmero del vecinos reverendo HDP, el arte del reciclaje se fusiona con la estética postapocalíptica, creando una experiencia inmersiva para el turista aventurero que siempre soñó con dormir entre muebles abandonados. Gracias, al anfitrión, por el esfuerzo de contribuir a que Ushuaia avance como destino de “turismo basura”. Desayuno no incluido, pero podés encontrar restos de uno en el entorno. Desde este espacio, le otorgamos 5 estrellas… de vergüenza. Reservá ya: cupos ilimitados hasta que pase el camión municipal.