quel libreto libertario que venía a dinamitar la casta, terminó contratando a la cuadrilla entera para reconstruir el edificio del Estado. Aquellos burros, asesinos e inútiles de ayer son hoy los próceres de la república anarco-capitalista, los mejores ministros “de la historia”, según vaya mutando la amnesia selectiva. La coherencia, evidentemente, era un gasto público innecesario. El mismo que bramaba contra los que otrora destrataba al grito de “Roma o paga traidores”, ahora los abraza efusivamente. La motosierra se transformó en licuadora: ya no corta privilegios, los bate con espuma de cinismo. Pero tranquilos, si el pasado fue un error, Milei lo está corrigiendo a pura contradicción, demostrando que el cambio verdadero consiste en cambiar de enemigos por amigos… sin mover un solo principio, por lo que no sería de extrañar que de aquí a unos meses, los gobernadores desterrados de la “gran convocatoria nacional” sean convocados para la próxima cena de héroes de olivos. Eso sí, si aceptan el convite, es con pago a la romana.