l drama llegó hasta el Fin del Mundo. En Ushuaia, la angustia de Juan Bettiga se volvió un pedido desesperado al conocer que su hijo Dante, de 23 años, fue enviado al frente de batalla en la guerra entre Rusia y Ucrania. El joven había viajado meses atrás con la intención de estudiar idiomas, pero su estadía derivó en un escenario impensado.
Según relató su padre, Dante no tiene formación militar ni vínculos con el conflicto, pero fue reclutado por las fuerzas rusas y destinado al combate. “Mi hijo solo quería estudiar y conocer otra cultura”, expresó conmovido Bettiga, quien atraviesa un delicado cuadro de cáncer de hígado.
Ante la situación, el hombre presentó una nota formal al ministro de Defensa ruso, Andréi Beloúsov, solicitando la dispensa inmediata de su hijo por razones humanitarias. En la misiva, pidió que se “ordene su liberación de las obligaciones militares” y adjuntó su historia clínica como parte del reclamo.
El caso se ve agravado por la ausencia de relaciones diplomáticas directas entre Argentina y Rusia, lo que vuelve casi imposible cualquier gestión consular o solicitud de repatriación.
Desde Ushuaia, Bettiga hizo un llamamiento público a las autoridades nacionales e internacionales. “Apelamos a todos los que puedan ayudarnos a recuperar a mi hijo, obligado a participar en una guerra que no es la suya”, manifestó.
La comunidad fueguina respondió con muestras de solidaridad y apoyo, mientras organizaciones sociales y referentes locales buscan visibilizar el caso y promover gestiones diplomáticas.
Entre la esperanza y el temor, Juan Bettiga aguarda noticias desde el otro lado del mundo. Su voz, quebrada por la distancia y la enfermedad, resume un deseo simple y urgente:
“Solo quiero que mi hijo vuelva a casa, vivo”, suplicó el padre del joven fueguino Dante.
