l glaciar Hektoria, ubicado en la costa este de la Península Antártica, perdió 20 kilómetros cuadrados de superficie en apenas seis meses. El fenómeno fue detectado por el proyecto europeo Trax, que utiliza tecnología satelital de alta resolución para monitorear cambios en los glaciares del continente blanco. Se trata del retroceso más veloz documentado en la región desde que existen registros. La pérdida se produjo entre enero y junio de 2022, pero los datos procesados recientemente revelaron la magnitud del colapso.
La región donde ocurrió el evento había mostrado estabilidad durante la última década, lo que vuelve aún más alarmante la velocidad con la que se produjo este nuevo colapso. Las imágenes satelitales muestran cómo el glaciar, que desemboca en el mar de Weddell, colapsó hasta quedar completamente fragmentado en bloques de hielo flotantes.
El retroceso coincide con un aumento sostenido de las temperaturas en la región antártica, en particular sobre la Península, una de las zonas que más rápido se calienta del planeta. La comunidad científica vincula este fenómeno con el ascenso térmico del océano, que socava las plataformas de hielo desde abajo y acelera su desprendimiento.
El caso de Hektoria se suma a una serie de eventos extremos que vienen siendo documentados en los últimos años. En febrero de 2022, otro estudio había reportado temperaturas récord en estaciones antárticas, y en 2023 se registró el nivel más bajo de extensión de hielo marino desde que comenzaron las mediciones satelitales en 1979.
Organizaciones ambientales como Greenpeace advierten que este tipo de episodios podrían tener consecuencias graves y directas para la región subantártica y el sur de América del Sur, particularmente en Tierra del Fuego. La pérdida de masa glaciar en la Península Antártica tiene efectos sobre las corrientes oceánicas, los niveles del mar y el equilibrio de ecosistemas marinos vulnerables.
Además del impacto ambiental, los expertos señalan que el retroceso acelerado de glaciares representa una señal de advertencia sobre la urgencia de frenar las emisiones de gases de efecto invernadero. Los datos procesados por el proyecto Trax permiten ahora comprender la magnitud y la velocidad con la que pueden producirse estos colapsos. La pérdida del glaciar equivale a la superficie de una ciudad como Buenos Aires, pero concentrada en un proceso de solo 180 días.
Aunque la Antártida permanece alejada geográficamente de las ciudades fueguinas, su influencia sobre el clima, los mares y la biodiversidad regional es directa. El deshielo extremo alimenta fenómenos como el aumento del nivel del mar, la alteración de los patrones de circulación oceánica y la disminución de nutrientes para especies clave en la cadena alimentaria marina.