7500 ediciones: la persistencia como oficio
Editorial

7500 ediciones: la persistencia como oficio

Por: Comité Editorial EDFM
27/11/2025
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legar a las 7.500 ediciones es, al mismo tiempo, una cifra y una declaración de principios. Un número que parece ordenado, redondo, casi prolijo, pero que detrás esconde una historia construida a golpes de realidad: crisis económicas, días en que la tinta escaseó, noches enteras haciendo malabares con presupuestos imposibles y hasta un incendio intencional que intentó borrar de un soplo todo lo que habíamos levantado. Sin embargo, aquí estamos. Y no “a pesar de”, sino “por” todo eso. Porque cada contingencia terminó de forjar un carácter que no se aprende en manuales: la convicción de que informar es más que un trabajo; es una forma de estar en el mundo.

Si algo demuestra esta edición número 7.500 es nuestro espíritu de superación, ese que nos obligó —y muchas veces empujó— a transformarnos cada vez que el tiempo cambiaba de ritmo. Pasamos del fotograma al píxel, del esténcil a la rotativa, de los pitidos del modem al algoritmo, de la primicia impresa a la inmediatez digital. Nos actualizamos, nos reinventamos, discutimos, probamos, fallamos, aprendimos. Adaptarse nunca fue un lujo, fue una necesidad para seguir transitando el camino.

Pero esta trayectoria no se sostiene sola. Por eso, el agradecimiento a nuestros lectores no puede ser una formalidad. Son ustedes quienes, edición tras edición, justifican cada desvelo y cada reinicio. Quienes acompañaron en los años buenos y también en los que nos costaba respirar. Quienes no sólo leen: cuestionan, apoyan, reclaman, celebran y nos obligan a estar a la altura. Si llegamos hasta acá, es porque hubo una comunidad dispuesta a caminar con nosotros.

También está el equipo, ese grupo de personas que son el motor invisible que rara vez aparece en los créditos de la historia, pero sin el cual no habría historia alguna. Los que están hoy, los que estuvieron ayer y dejaron en estas páginas algo más que trabajo, dejaron identidad. Periodistas, editores, diseñadores que transformaron ideas en lenguaje visual, técnicos que sostuvieron máquinas y sistemas que muchas veces tuvieron que atar con alambres. Y cada uno de ellos, desde su rincón, aportó una pieza a este rompecabezas que lleva 7.500 movimientos.

Y, por supuesto, están aquellos que ya no pueden brindar con nosotros, pero que estamos seguros nos siguen acompañando desde el cielo. Los que hicieron de este medio su casa y su causa, los que soñaron con esta realidad.

Sus voces siguen resonando en cada decisión que tomamos, en cada edición que sale, en cada nueva apuesta que encaramos. No es nostalgia: es continuidad.

7.500 ediciones no son un punto de llegada. Son un faro que ilumina todo lo que aún falta hacer. Porque la historia no termina acá: se renueva, se abre, se desafía. Y nosotros, tercos como siempre, seguiremos escribiéndola.

Gracias por caminar con nosotros hasta acá. Y gracias, también, por impulsarnos a seguir. Porque si hay algo que aprendimos en este largo recorrido, es que mientras haya una historia que merezca ser contada, estaremos ahí, edición tras edición, para contarla.

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