l pasado 5 de noviembre Emilio Saez, reconocido empresario y panadero fueguino, dueño de una de las panaderías más conocidas del país y elegido como el mejor jefe de la Argentina por su gran compromiso con sus empleados, llegó a Río Colorado, Río Negro. En conversación con EDFM precisó que estimaba llegar a General Conesa para el próximo viernes, lugar que representa aproximadamente la mitad del recorrido La Quiaca – Tolhuin. Sabe que viene una segunda etapa donde la soledad y las distancias serán sus escoltas, pero viene nutrido del gran cariño con que lo acompañan gran cantidad de seguidores a lo largo del país, que es el impulso y motivación que tiene para continuar caminando.
Lleva 3 meses desde que inició esta gran hazaña que tiene como objetivo recorrer más de 4400 Km a pie en su totalidad, que une la ciudad más norteña del país con Tolhuin, su lugar de residencia. Tiene varios motivos sociales: Difundir el cuidado del medio ambiente, sobre todo en las rutas argentinas que considera que producto de la falta de conciencia hace que parezcan “basureros a cielo abierto”, bajo la campaña Basura Cero, que ya fue promovida acá en nuestra provincia; además lo acompañaron en algunos tramos ex combatientes de Malvinas, apoyando y divulgando esta causa; y por último lleva consigo un mensaje esperanzador bajo el lema Hay Vida Después de los 60.
En conversación, Emilio contó que “ahora cobra más sentido el lema Hay Vida Después de los 60, ya que ya hemos cumplido una linda y extensa etapa concientizando en los colegios respecto a Basura Cero”. Respecto a encarar la segunda etapa, contó que “viene la parte más dura, con menos gente y distancias más largas, pero con un entorno maravilloso” y resaltó que “las ganas de llegar y el gran cariño recibido a lo largo del camino son el motivo que me lleva a seguir caminando”. Afirma que “es imposible llegar sin el apoyo y el cariño de la gente, ya sentís que el país es tuyo, te sentís local en todos lados”, dijo Saez mientras recordaba que “en todos lados te reciben bien, en la ruta la gente te para, te alienta, te ofrece agua, comida. Todo te sorprende, hay que vivirlo, tenemos un país increíble”.
Emilio confía en que “vamos a salir adelante, el país se tiene que poner en marcha. Yo hago mucho hincapié en el tema de la moral, esa es nuestra gran falencia, yo sé que hay una materia prima importante”.
El panadero más reconocido del país continúa su marcha con el compromiso de “dejarle un mundo mejor, a mis hijos, a mis nietos, a tus hijos y a tus nietos. Yo no me crie en un mundo como este, y siento que esto es una responsabilidad mía. Lo menos que podemos hacer es apoyar algo, hacerlo a voluntad ya que no le pedimos nada a nadie”.
