mpresiona ver el tamaño de la estructura, su forma similar a la de un planetario y su blanco perfecto que contrasta con la llanura ocre del campo situado a 5 kilómetros de Tolhuin. Pero más emocionante es ver las antenas que están en su interior, y saber que desde allí se contactarán satélites en órbita y se seguirá la trayectoria del primero que sea lanzado desde Argentina, cuando esté listo el proyecto “Tronador II”. Una mezcla de orgullo nacional y fueguino que vale la pena constatar cuando se pase por la zona.