or estas fechas ocurren las últimas capturas de la temporada de pesca deportiva, ya cerrada para el Río Grande, y por cerrar para el resto de los ambientes de la provincia.
Mala noticia para los pescadores, buenas para las familias de los mismos ya que desde noviembre del año pasado no sólo se ausentan físicamente, sino mentalmente, porque la pesca continúa en la cabeza de los más fanáticos aún en el cálido confort del hogar.
Así es que quienes amamos este deporte, arte o terapia, desde el venidero 1° de mayo haremos todo eso que se hace mientras se espera una nueva temporada, allá por el lejano noviembre.
