n la primera jornada de debate oral y público que tuvo lugar ayer en el Salón Conrado Witthaus de Tribunales, en Ushuaia, Nicolás Aguilar, imputado por los delitos de robo con arma, amenazas con arma, hurto simple y defraudación por estelionato, declaró parcialmente ante los jueces.
En primer lugar, hizo mención al hecho de las amenazas que habría efectuado contra su hermana, con motivo de quien habitaba la casa que era de su madre, luego se desvinculó del hecho en el que se lo imputa de hurto simple por la extracción de 2 garrafas, y finalmente, prefirió no emitir opinión respecto del robo a mano armada en el Sindicato de Peones de Taxis, ocurrido en noviembre de 2017.
Por su parte, Andrea Lescano optó por no declarar ante los jueces Rodolfo Bembihy Videla, Maximiliano García Arpón y Alejandro Pagano Zavalía.
Tras retornar de un cuarto intermedio, procedieron a prestar declaración en calidad de testigos 5 personas. Pese a estar previsto no pudo hacerlo Daniel Oscar Precánica, que se encontraba fuera de la Provincia, y quien fuera el principal afectado en el robo a mano armada, debido a que fue víctima de la sustracción de 4 mil pesos.
El juicio contó con la intervención del Fiscal Eduardo Urquiza, quien realizó la presentación de la acusación en representación del Ministerio Público Fiscal. La defensa de los imputados la ejerce el Defensor ante el Superior Tribunal de Justicia, Gustavo Ariznabarreta.
A Aguilar y Lescano se los acusa de haberse apoderado ilegítimamente y mediante el empleo violento de lo que sería un arma de fuego, de un bolso que contenía la suma de 4.000 pesos y otros elementos de menor valor, propiedad de Daniel Oscar Precanica.
El hecho habría tenido lugar el 13 de noviembre de 2017, en horas de la mañana, cuando la víctima se encontraba en las instalaciones del Sindicato de Peones de Taxi, ubicado sobre la calle Gobernador Paz.
Según se desprende del requerimiento de elevación a juicio de la Fiscalía, la víctima se encontraba supervisando un curso de informática, cuando al lugar ingresó Nicolás Aguilar con el rostro cubierto y apuntó a Pracanica con “lo que sería un arma de fuego de color negro”. Cuando el damnificado intentó pararse, Aguilar le propinó un “fuerte golpe en la cabeza”, tomó el bolso y se dio a la fuga.
Al hecho se sumó la participación de Andrea Lescano, quien momentos antes de que Aguilar ingresara al Sindicato, se hizo presente en el lugar con la excusa de consultar si se encontraba su madre. Según la Fiscalía, la mujer “habría desplegado un rol protagónico”, ya que mediante división de tareas y acuerdo de voluntades le brindó a Aguilar el apoyo necesario para la consumación del hecho.
