ara muchos no es algo importante, pero para los más fanáticos la pasión empieza a palpitarse incluso en la cuenta regresiva.
Hay quienes canalizan la ansiedad atando moscas, o desempolvando las cañas y equipos; armando, desarmando, volviendo a armar y a desarmar otra vez. Hasta hay quienes ya empiezan a preparar todo, y dejar el equipo listo como si mañana mismo empezara la pesca.
Es que estamos a un mes y pico de una nueva temporada de pesca deportiva, y realmente no vemos las horas de que el 1ro de noviembre.
Ojalá la pasión alcance también a plasmarse en el cuidado del medio ambiente, y la preservación de tan importante recurso.