nte la reiteración suspensiones y cancelaciones de vuelos de Aerolíneas Argentinas hacia al aeropuerto de Río Grande, la Gobernadora envió ayer notas al presidente de la empresa aérea, Luis Malvido; al Administrador Nacional de Aviación Civil, Tomás Insausti, y al presidente de la Empresa Argentina de Navegación Aérea, Gabriel Gianotti, requiriendo cambios en los horarios de los vuelos que arriban a Río Grande como así también que la ANAC y la EANA (que tienen a su cargo los aeropuertos de todo el país) realicen las inversiones necesarias para mejorar las condiciones de operatividad del Trejo Noel en situaciones de climatología adversa.
En la misiva dirigida al presidente de Aerolíneas le solicita “una audiencia con carácter de urgente con el objeto de trata la delicada situación que atraviesa la ciudad de Río Grande en cuanto a su conectividad con el resto del país”. Indica que “Río Grande es una ciudad industrial, que además cuenta con una actividad hidrocarburífera muy importante, y con una población creciente que requiere por cuestiones familiares, laborales, turísticas y de salud desplazarse a otros puntos del país y eventualmente del exterior, dependiendo para ello del transporte aéreo por las condiciones de insularidad que nos tornan en una provincia aerodependiente”. En otro párrafo precisa que “durante los meses de junio y julio se han cancelado más de 30 vuelos por razones técnicas o meteorológicas, lo que ocasiona un serio perjuicio no sólo a la actividad económica de dicha ciudad sino también al conjunto de sus habitantes”, por lo que teniendo en cuenta que el principal problema del aeropuerto riograndense es la presencia de niebla a la hora en que deben aterrizar los vuelos de Aerolíneas, es que solicita a la empresa un cambio en los horarios de arribos y partidas (actualmente los vuelos llegan a la ciudad de madrugada) de los vuelos.
En tanto, en las notas remitidas a los máximos responsables de la ANAC y la ENEA, Bertone impone a los funcionarios de la situación que se vive Río Grande por las suspensiones y cancelaciones de vuelos, y si bien reconoce que “las cuestiones meteorológicas son ajenas a la voluntad humana”, plantea que “una adecuada inversión en actualización tecnológica permitiría mejorar las condiciones de operatividad del aeropuerto, por lo que solicito que, en conjunto con los organismos y empresas involucradas (Aeropuertos Argentina 2000, Aerolíneas Argentinas y ANAC) se realicen las inversiones y previsiones necesarias a esos efectos”.
