Cómo se vive la pandemia en la Base Esperanza
Coronavirus en la Antártida

Cómo se vive la pandemia en la Base Esperanza

La vida y los cuidados que toman los argentinos para que el virus no llegue al continente blanco. Cuáles son las medidas que se adoptan para sobrellevar el confinamiento domiciliario habitual.
27/03/2020
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a Antártida es el único espacio en el mapa mundial que no se encuentra afectado por el coronavirus, convirtiéndose en el único lugar de la Tierra donde todavía no se registraron casos.
Mientras en las grandes ciudades y en los pequeños poblados, los habitantes se ven obligados y sorprendidos por la reclusión preventiva y obligatoria, en el continente blanco los ocupantes de las bases argentinas y extranjeras saben que para ellos el aislamiento no es una situación sino una condición.
Para lograr que la pandemia no alcance a una región donde los recursos sanitarios y logísticos son complejos, los gobiernos de los países miembros del Tratado Antártico, entre ellos la Argentina, adoptaron diversas medidas de prevención. En primer lugar, se suspendieron las inspecciones recíprocas que las dotaciones de las bases suelen realizar para verificar el cumplimiento del acuerdo internacional.
Otra de las medidas preventivas fue prohibir la llegada de turistas. En verano se calcula que cerca de 44 mil turistas visitan el continente. Aunque la cantidad puede parecer pequeña y es una actividad muy regulada -por ejemplo, las botas que usan los viajeros se desinfectan luego de cada excursión para evitar que las bacterias vayan de un lugar a otro-, se detuvieron todas las actividades desde fin de febrero.
Marzo es un mes clave para los científicos y militares que viven en las distintas bases y centros de investigación ya que hasta al menos la primera quincena del mes, se realiza el recambio de dotaciones y el reaprovisionamiento de víveres, combustible y otros insumos. También el retiro de los llamados “residuos antárticos”, tarea imprescindible para mantener sano y salvo el ecosistema. Estas acciones que se realizan por aire y mar son vitales y no fueron suspendidas.
Las tareas que desarrollan sus 63 moradores van desde el reconocimiento y exploración del terreno y la geografía, hasta el mantenimiento de refugios y estudios de topografía, meteorología y mantenimiento de aparatos de sismología pertenecientes al Instituto Antártico Italiano, asimismo durante el verano antártico se llevan adelante estudios de biología. A partir de esta invernada la base es conjunta, es decir hay personal de las tres fuerzas armadas. Además, funciona una escuela y una radio de onda corta.
 “Hasta el momento en Antártida Argentina se encuentra libre de casos de infección por coronavirus. Sin embargo, como hasta fines de febrero se recibieron buques turísticos, el Ministerio de Defensa implementó un exigente protocolo en el que dispuso la obligación de presentar declaraciones juradas de sanidad marítima bajo la absoluta responsabilidad de los médicos y capitanes de las distintas embarcaciones. Además, se limitaron al máximo las medidas de contacto social con el personal ajeno a la dotación. Como en otros lugares, se maximizaron las medidas de higiene personal y en los espacios comunes para minimizar cualquier posible contaminación”, detalló Norman Walter Nahueltripay, comandante de la Base Esperanza.
Pero si el aislamiento es complejo, mucho más es si se le suma la incertidumbre de cómo lo viven los familiares que quedaron en el continente. En ese sentido el titular de la base señaló: “Hasta la fecha no se registran casos de Covid-19 entre las familias directas de los habitantes de la base. No obstante, para todo el personal que no tiene a su familia a su lado se dispuso un canal de comunicación permanente para que permanezcan informados de la salud de su entorno. Los médicos que prestan servicios junto a nosotros se pusieron al servicio de todo el personal para reforzar los conceptos y consejos médicos sobre aquellos puntos en los que deben insistir a sus familias para evitar contagios”.

El aviso ARA «Islas Malvinas» se encuentra fondeado en cercanías a Puerto Belgrano

La unidad, que había zarpado desde la ciudad de Ushuaia, permanece fondeada antes de ingresar a Puerto Belgrano para asegurarse de no ser un posible vector de contagio de Covid-19.
La unidad de la Flota de Mar había zarpado desde Ushuaia días atrás, tras haber finalizado la Patrulla Antártica Naval Combinada (PANC) realizada en conjunto con la Armada de Chile, lo que implicó tres meses fuera de su apostadero y más de 60 días navegando por aguas antárticas.
Esta decisión se tomó teniendo en cuenta la cuarentena total, que en la capital fueguina hay casos de Covid-19 y a los efectos de asegurarse de no ser un posible vector de contagio, garantizando el ingreso seguro a puerto.
Asimismo, durante la jornada del viernes se realizó a bordo un simulacro de evacuación de un posible tripulante que presentaba síntomas compatibles con el Covid-19.
Tras la evaluación del supuesto paciente según el protocolo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), un profesional de la salud que se encontraba a bordo recomendó su traslado a una unidad hospitalaria en tierra, cumpliendo con todas las medidas de prevención para evitar su propagación.
El traslado en el marco de este simulacro se realizó en bote –sin llegar a descender del mismo los tripulantes– y personal de Infantería de Marina aguardaba su llegada en la costa junto a una unidad coronaria para su inmediato traslado al centro hospitalario.

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