Nuevas leyes para un nuevo paradigma en la Causa Malvinas
Colaboración

Nuevas leyes para un nuevo paradigma en la Causa Malvinas

Las medidas que viene adoptando el presidente Alberto Fernández en la causa Malvinas son muy significativas, más si se tiene en cuenta que lleva tan sólo 7 meses en el Gobierno, de los cuales más de la mitad debió atender una crisis sin precedentes por la pandemia del COVID-19. Luego de 4 años muy difíciles, volvemos a tener un Presidente que decidió devolverle a la Cuestión Malvinas el lugar que se merece dentro de los intereses estratégicos nacionales de nuestra política Exterior.
10/08/2020
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in dudas existe un cambio de paradigma respecto a la orientación seguida por el anterior gobierno, que se concentró en adoptar medidas que solo han tendido a agradar a los británicos dejando la cuestión de la Soberanía en una política de baja intensidad: la expresión más acabada de ello es el Acuerdo Foradori-Duncan del 13 de septiembre de 2016. En los 4 años de la presidencia de Macri no hubo avances en el reclamo de nuestros legítimos derechos soberanos, como sí los hubo de una manera constante y sostenida en las Presidencias de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández.
Por esa razón, durante la Presidencia de Mauricio Macri, tuvimos que crear durante nuestra gestión provincial una Secretaria de Estado mediante la Ley Provincial 1222 -votada por unanimidad de todos los bloques políticos- y convocamos al Dr. Jorge Arguello (actual embajador argentino en EEUU) con el objetivo, entre otros, de visibilizar la postura provincial ante cada acto ilegítimo del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte.
Alberto Fernández ha hecho hincapié en el apoyo de los pueblos de América Latina y el mundo. La Argentina ha logrado un importante respaldo en el plano regional- CELAC, Mercosur, UNASUR, OEA-en las cumbres de los países africanos, con los países árabes, con el Grupo G 77 más China y con la Unión Africana. Es fundamental potenciarlos en el ámbito global donde esté presente la contraparte Británica.
El actual gobierno y nosotros desde el parlamento tenemos una dura tarea por delante: recomponer estos apoyos y procurar nuevos. Tarea complicada, pero que sin duda se podrá llevar adelante dado el nuevo orden de prioridades de la agenda política que incluye reponer en primera línea la Cuestión Malvinas y hacer de ella, definitivamente, una Política de Estado.
Tenemos ante nosotros una posibilidad histórica de salir del inmovilismo. Se ha creado la Secretaria de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur en el ámbito del Ministerio de Relaciones Exteriores, presidida por Daniel Filmus, se ha designado al embajador Javier Figueroa un diplomático de carrera que tiene un vasto conocimiento de las cuestiones de Malvinas.
Hay una responsabilidad de toda la clase política de enfrentar el problema y hacerlo inteligentemente respetando lo perpetuado por nuestra Constitución Nacional y en la memoria de nuestros Héroes de Malvinas.
En la actualidad nos enfrentamos a una crisis sin precedentes en la historia del mundo, como es la Pandemia del Covid-19. Esta crisis ha dejado en claro la importancia fundamental de la cooperación y el multilateralismo. Como dijo el Papa Francisco “nadie se salva solo”. Es a esta cooperación y multilateralismo a los que Argentina ha apelado históricamente a efectos de poder torcer la intransigencia británica para poder solucionar la disputa de soberanía.
Como manifestó el Presidente Alberto Fernández ante el congreso el 1º de marzo: “No hay más lugar para colonialismos en el Siglo XXI”.
Esta expresión junto a las 2 leyes sancionadas, a saber: la conformación del Consejo asesor y la demarcación de los límites exteriores de la Plataforma Continental Argentina continental e insular, y el proyecto sobre el endurecimiento del control en materia pesquera que próximamente abordaremos, demuestran con claridad la importancia que para el actual gobierno argentino tiene la Cuestión Malvinas.
El Consejo Nacional de asuntos relativos a las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur será presidido por el Presidente de la Nación, y participará la oposición a través de sus legisladores, los principales juristas y académicos en el tema, el Gobernador de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur y un representante de los Ex Combatientes. Se buscará delinear estrategias para una política de estado, para que la cuestión Malvinas no esté sometida a los calendarios electorales y los vaivenes de los distintos gobiernos.
Por otra parte, la ley que establece la demarcación del límite exterior de la plataforma continental argentina consolida los derechos de soberanía sobre los recursos del lecho y el subsuelo. La demarcación del límite exterior de la plataforma continental argentina reviste una importancia fundamental por razones políticas y económicas. La adopción de la ley y la publicación de las coordenadas de la plataforma continental argentina incrementaran la seguridad jurídica para el otorgamiento de concesiones que tengan como finalidad la exploración y explotación de hidrocarburos, minerales y especies sedentarias para todo el pueblo argentino. Aquí en el trabajo realizado por Copla es preciso reconocer que hubo una política continuada por todos los gobiernos durante más de 20 años que dio sus frutos para nuestro país.
En este sentido se entiende el rol del congreso como un poder esencial en la cuestión Malvinas, este tipo de iniciativas colocan al Poder Legislativo como un actor clave en el desarrollo de políticas de estado cuya principal característica debe ser la transversalidad. Poder estar por encima de diferencias partidarias para construir consensos básicos en la política doméstica es un paso ineludible a la hora de abordar políticas a largo plazo que sean emblema nacional y no partidario.
En la crisis actual del COVID 19, el gobierno argentino demostró correctamente su preocupación por proteger la salud y el bienestar de los habitantes de las Islas de conformidad a o que establecen las resoluciones de naciones Unidas, nuestra Constitución Nacional y la Buena Fe. Son habitantes en territorio argentino y merecen todo el apoyo para paliar esta grave crisis mundial. Lamentablemente, el ofrecimiento se encontró una vez más con la arrogancia de la dirigencia isleña, que subordina el interés de la población a quienes dicen representar a sus objetivos políticos de mantenimiento de la situación colonial. En este sentido es que el gobierno nacional busco acercar ayuda humanitaria a los isleños entendiendo que si bien las relaciones internacionales se entienden de manera interestatal no podemos hacer la vista al costado sobre la situación del COVID 19 y posible necesidad de asistencia a quienes hoy viven en las islas. Esto de ninguna manera claudica ni mitiga el reclamo de soberanía sobre nuestras islas.
Otro elemento fundamental a tener en cuenta será el impacto del Brexit en relación a las Malvinas y aquí podemos vislumbrar dos tipos de posibles consecuencias: una económica y otra política.
Se estima que casi el 80% de las exportaciones totales de las islas, que ascienden a una suma de 180 millones de euros, tienen como destino la Unión Europea dado sus beneficios arancelarios, implicando que casi el 70% del PBI de las islas depende del acceso al mercado europeo.
La industria pesquera de las islas, por medio de la venta de licencias de pesca que se otorgan por un plazo de 25 años, en contradicción flagrante con las resoluciones de Naciones Unidas, utiliza flotas de otros países para la explotación. Sin los beneficios de la normativa europea que permite a las flotas registradas o que enarbolen el pabellón de un estado miembro de la Unión Europea operar en las industrias de las colonias británicas. a las Malvinas les sería casi imposible exportar sus productos al mercado europeo. El ilegitimo gobierno de las islas ya ha dicho que “cualquier cambio importante que tenga como resultado un acceso a las importaciones/exportaciones menos beneficioso podría ser potencialmente catastrófico para la economía y la población de las Islas Malvinas”.
Dada la importancia del mercado europeo, el acceso restringido al mismo en cualquier forma sería potencialmente catastrófico para la economía actual y también para el desarrollo económico continuo de las islas.
Con la imposición de barreras arancelarias o cuotas para sus productos, el mercado latinoamericano se ofrece como una atractiva posibilidad. Sin embargo, para ingresar a dichos mercados se requiere de la anuencia de Argentina dada la disputa de soberanía y el apoyo regional a la posición nacional.
En materia política la mayor preocupación del ilegitimo gobierno británico en las Islas es que el Brexit eliminaría las obligaciones de otros Estados miembros de reconocer y aceptar que los “Territorios de Ultramar” son parte del Reino Unido y que, en consecuencia, podrían perder el apoyo del resto de Europa, y que esto genere un mayor apoyo a la Argentina en la disputa de soberanía. Sin duda estos miedos están más que justificados.
Desde la votación del referéndum la influencia británica y el apoyo de sus ex-socios europeos ha disminuido considerablemente: la pérdida del Juez Británico en la Corte Internacional de Justicia, siendo la primera vez en la historia que un miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas no cuenta con un magistrado de su nacionalidad en la Corte de la Haya; la falta de apoyo de los países europeos, la Opinión Consultiva sobre el archipiélago de Chagos y por último el veto otorgado por Bruselas a Madrid en toda decisión respecto a Gibraltar en miras a un posible acuerdo entre el Reino Unido y la Unión Europea, son todos ejemplos muy concretos.
Si bien es cierto que el Brexit despliega un nuevo abanico de posibilidades para la cuestión Malvinas, con consecuencias aún desconocidas en el comercio y la diplomacia que podrían permitir nuevas oportunidades para la Argentina con miras a la solución definitiva de la disputa de soberanía, hay mucho trabajo por realizar de parte de argentina con cada país de Europa de manera individual  como con la Unión Europea como Bloque, y no solo la Cancillería argentina tiene esta responsabilidad sino también la Cámara de Diputados con su diplomacia parlamentaria.
En las actuales circunstancias, Argentina tiene que realizar una precisa evaluación de la situación. El objetivo central e irrenunciable es recuperar el ejercicio de la soberanía sobre las Islas Malvinas.
Estoy convencida que, más temprano que tarde, lo vamos a lograr.

Autor : Rosana Bertone
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