ue una Feria del Libro particular la de este 2020 para la Escuela N° 13 Almirante Brown de Ushuaia. No solo porque fue la 25ª edición, la de las Bodas de Plata, sino porque la virtualidad obligada por la pandemia de COVID-19 hizo repensar un proyecto institucional que hasta el año pasado se apoyaba en la presencialidad para su desarrollo y concreción.
Presencialidad en las aulas para que docentes y alumnos trabajen durante el año lo que luego plasmaban en la Feria, presencialidad de los escritores e ilustradores que participaban y acompañaban a ese proceso creativo, y presencialidad y participación de toda la comunidad educativa, de artistas, talleristas, expositores, autores, instituciones educativas de todos los niveles, de vecinos y vecinas. En definitiva, de toda una ciudad que hizo suya a la Feria.
Por eso, pese a este contexto desfavorable que atraviesa a la sociedad en todos los ámbitos y que en la educación se hace sentir con dureza, se puede afirmar que la Feria del Libro de la Escuela 13 enfrentó un gran desafío, se reinventó y logró superarlo.
Es que la pandemia no impidió esa conjunción de esfuerzo y creatividad, y el resultado fue que a lo largo de una semana intensa los chicos mostraron sus trabajos, interactuaron y trabajaron con los autores, hubo talleres, capacitaciones, muestras, números artísticos y presentaciones de todo tipo. Y quizás como nunca antes, la virtualidad llevó la Feria a todo el país y sumó la presencia de expresiones artísticas y literarias de distintas provincias. Como la de un grupo de baile de Chaco, la de una escritora y deportista de Temperley (Provincia de Buenos Aires) y otra de Río Gallegos, entre tantas, que se sumaron a los chicos de RuloeducaTDF con su propuesta cultural para todas las edades, y a los alumnos de la Escuela Especial Kayú Chenen con sus videos, entre tantas propuestas locales.
La directora de la Escuela 13, Hebe Campione, le contó a EDFM que “en este contexto de pandemia cada docente tuvo que organizar un aula virtual con la tecnología a su alcance y continuar con los proyectos que tenía, porque las clases no se suspendieron”, por lo que “los maestros llegaron a los alumnos desde la virtualidad con herramientas tecnológicas que en muchos casos desconocíamos”.
Otro desafío era realizar la Feria del Libro y para hacerlo realidad “hubo un trabajo de excelencia que incluyó a bibliotecarios, talleristas, docentes de áreas y complementarios”.
Campione mencionó que “los chicos trabajaron a partir de la lectura de diferentes textos, recordaron el paso por la Feria de distintos escritores e ilustradores, y también trabajaron con fotos, imágenes y videos”, lo cual “nos permitió elaborar un libro digital que también fue presentado de forma virtual”.
La directora señaló que “las distintas actividades se difundieron a través de Facebook y de Instagram de acuerdo a un cronograma similar a las de las ediciones presenciales, con espacios estipulados para talleres, presentaciones, capacitaciones y diversas propuestas que hubo tanto para la comunidad educativa como para vecinos”.
Y fue así que “cumplimos 25 años de esto que se inició como una muestra y se transformó en un proyecto institucional y de toda la comunidad, que siempre dice presente”.
Además, manifestó que “es un orgullo el trabajo y el compromiso de los docentes; la virtualidad nos costó mucho e hicimos un aprendizaje para adecuarnos a la nueva modalidad, pero seguimos en contacto con los alumnos acompañándolos en estos tiempos difíciles”.
Sandra Iserre, bibliotecaria de la Almirante Brown, sostuvo que “costó mucho el proceso hasta llegar a la Feria ya que tuvimos que llevar a la virtualidad el trabajo que habitualmente hacíamos en el aula con el libro en la mano”, pero “lo pudimos lograr a través de zoom, de videos y otras actividades virtuales; los chicos lo tomaron bien y trabajaron junto a las seños”. Y agregó que “los chicos se convirtieron en escritores e ilustradores de muchas historias y las familias acompañaron muchísimo”.
Iserre valoró que “a través de los cuentos, las historias y las lecturas los chicos sienten que están en la escuela, y por eso es una satisfacción muy grande ver su entusiasmo y el trabajo que hicieron”.
Por último, afirmó que “más allá de la pandemia y la virtualidad no tenemos que dejar que se frustren, debemos incentivarlos a que lean y escriban”.
