Embajador de Japón instó a trabajar por un destino oportuno de negocios
Tras su visita por Tierra del Fuego

Embajador de Japón instó a trabajar por un destino oportuno de negocios

De visita por nuestra provincia, el Embajador de Japón, Sr. Takahiro Nakamae, recibió en exclusiva a EDFM. En una conversación amable que se extendió a lo largo de una hora se trataron diversos temas. “Argentina debe intentar trabajar para poder presentarse como un destino oportuno de negocios”, sostuvo el diplomático.
02/05/2022
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raduado en Derecho en marzo de 1985 inicia ese mismo año su carrera en la diplomacia al ingresar al Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado de Japón.
Desde entonces, a lo largo de 37 años ocupó distintos cargos que lo llevaron a recorrer 22 países destacando que más de la mitad de su carrera estuvo dedicada a las relaciones con países de América Latina. Su primer contacto con nuestro país se dio en 1998 mientras se desempeñó durante 3 años como Consejero en la Embajada de Japón.
Establecido desde Agosto de 2019 en Argentina como Embajador Extraordinario y Plenipotenciario del Japón reconoce que si bien existen diferentes ritmos y obviamente diferentes culturas y trayectorias históricas entre nuestros países, define como una tarea encantadora encontrar los puentes que le permiten integrarse al ritmo de vida de nuestro país. “Es natural que existan esas diferencias y considero que lo importante es cómo aceptar y respetar esas diferencias. Mi trabajo precisamente es cómo construir esos puentes” afirma.
Consultado sobre las virtudes que le atribuye a la diplomacia, Nakamae define que es la herramienta que permite que actores de distintos países, con distintas culturas, comprendan y aprendan sobre una situación y que ese sea el punto que permita construir algo nuevo y beneficioso. Sostiene que este proceso ha llevado paulatinamente a que Japón vaya descubriendo que su conocimiento sobre los países de Latinoamérica los hace cada vez más cercanos.

Cada vez más cerca

Por mucho tiempo a los países latinoamericanos se los consideraba “amigos lejanos”. Nos llevábamos bien, pero de manera distante, con pocas relaciones y menos intereses. Esto comenzó a cambiar a partir de dos situaciones históricas determinantes. En el caso de Argentina a partir de la década de los 80 en que se comienza a producir una profunda transformación del sistema político, social y económico. Hoy con casi 40 años de historia del último régimen militar, Argentina conforma el grupo de países de Latinoamérica y Caribe que valoran la cultura democrática. Desde ese entonces valores tan importantes para Japón como gobernanza de ley, derechos humanos, libertad de expresión y de prensa se fueron afianzando en la región y nos acercan como valores en común.
Estos aspectos que para nosotros quizás se presenten como naturales, si miramos a nivel global esos preciosos valores lamentablemente no son algo que prevalezca en todas partes del mundo. Podemos observar que existen numerosos países en los que sus habitantes sufren la carencia de estos valores y de la posibilidad concreta de vivir en paz.
A partir de esto es que Japón cree que tanto con Argentina como con la mayoría del conjunto de países de Latinoamérica y Caribe se puede continuar estrechando lazos y conformando sociedades que nos permitan trabajar para aumentar el bien común de nuestros pueblos.

La Democracia como valor esencial

Consultado sobre el valor que se le atribuye a la democracia y las objeciones que desde otras culturas se le hacen al sistema de gobierno, Nakamae reflexiona que no existen países perfectos. Eso es una realidad incontrastable, como lo es el hecho de que son varias las críticas que se le pueden efectuar al sistema democrático. La historia de los países democráticos está llena de fallos, pero lo invalorable del sistema es que nos da la oportunidad de reflexionar sobre el pasado y, con la garantía que el sistema ofrece de opinar y pensar libremente los pueblos pueden aprender de esas lecciones y tomar medidas para mejorar y evitar así volver a cometerlos generando en el mejor de los casos un círculo virtuosos como sociedad.
Lo contrario ocurre con aquellos regímenes que pretenden presentarse como incriticables, perfectos, impecables e indenunciables y todo ello a cualquier costo, inclusive el de la libertad y la vida de sus propios ciudadanos.
Es cierto que las democracias no son perfectas, pero su mayor valor sin duda lo presenta el hecho de poder reconocer lo que falta, lo que falla y tratar de mejorar. No se trata de una institución, no se trata de un Estado, no se trata de un sistema político de un país. Lo importante es el proceso y la filosofía que prevalezca en el intercambio de experiencia y la conciencia de cada individuo, sostiene.

La visión sobre Argentina

El Embajador no escapa a utilizar el conocido latiguillo que referencia a la Argentina como un país rico, lleno de recursos alimenticios, minerales y naturales en general. No duda en ampliar el concepto al referir el nivel cultural y educativo imperante. Más allá de las críticas que sobre el particular observa que nos formulamos fronteras adentro, asegura que el recurso humano argentino es muy valorado y ve con entusiasmo que se esté hablando cada vez con mayor importancia sobre lo que se denomina “la economía del conocimiento”.
Destaca que fue unos de los principales temas que abordaron en su reunión con el gobernador Melella y cuáles pueden ser los mecanismos para colaborar recíprocamente en ese sentido.
No duda en definir que Argentina es un país que presenta mucha potencialidad pero que también viene enfrentando muchos desafíos, principalmente desde el aspecto económico.
Deuda externa, macroeconomía y ambiente de negocios que propicien la inversión extranjera pueden y deben ser discutidos considerando esas potencialidades.
Varios países del mundo se están disputando la posibilidad de convertirse en receptores de inversiones. Existe una competencia real en este sentido y entiendo que Argentina debe intentar trabajar para poder presentarse como un destino oportuno de negocios.
A partir del compartir valores como los ya expresados en referencia a la democracia y los derechos humanos, Nakamae define que desde la visión diplomática Argentina y Japón son socios estratégicos, entendiendo tal definición como el acuerdo para el trabajo que permita el bien común de ambos y tienda a colaborar con el bien global.
También sostiene que Japón considera a nuestro país como un socio importante y fundamental en el ámbito multilateral. Ello en función de observar que este año Argentina ocupa la presidencia del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que otro argentino ocupa un cargo muy importante como Director General de la Agencia Internacional de Energía Atómica y otro diplomático argentino muy eminente desempeñará el cargo de Presidente en la próxima reunión del Comité de no Proliferación de Armas Nucleares. En estos aspectos que Japón considera muy importantes la Argentina está desarrollando un liderazgo determinante lo que nos impulsa a trabajar en conjunto para lograr avanzar hacia un orden internacional en el ámbito multinacional, asegura.
El Embajador hace una especial mención a la historia entre nuestros países al destacar que el año próximo se cumplirán ciento veinticinco años de relación diplomática ininterrumpida, y destaca como patrimonio común de importancia la colectividad japonesa en Argentina, la que estima en alrededor de 65.000 personas que a lo largo de los años vienen contribuyendo de una y otra forma al desarrollo social, económico y cultural del país a la vez que desarrollan un importante papel de puente entre nuestros pueblos.

La visita a Tierra del Fuego

Consultado sobre los motivos de su visita a nuestra provincia, el Embajador refirió: “Observamos que Tierra del Fuego está ocupando una posición cada vez de mayor importancia estratégica y de allí el interés por poder consolidar acciones hacia el futuro.
Mi presencia aquí obedece a la intención de explorar posibilidades de afianzar vínculos entre Japón y Tierra del Fuego.
En primer lugar tomar contacto con las autoridades gubernamentales para analizar la viabilidad de elaborar algún tipo de agenda conjunta.
La provincia es una zona rica en recursos naturales y turísticos. Tiene una política económica bastante original a partir de la ley de promoción, situación que me llevó a tomar contacto con representantes del sector en la ciudad de Río Grande para interiorizarme más profundamente sobre éste aspecto y reiniciar relaciones con el sector empresarial.
También mantuve una reunión con los miembros de la Base Naval Ushuaia para tomar detalle del proyecto del Polo Logístico Antártico.
Tuvimos una reunión con las autoridades de la UNTDF para analizar la posibilidad de profundizar las relaciones académicas. Brindé una conferencia en las que expliqué las relaciones económicas entre Japón y Latinoamérica y Japón y Argentina ya que consideramos de suma importancia la difusión de este tipo de información.
Y también mantuve un encuentro con las autoridades del CADIC”.
Reconoce que es una realidad que en la actualidad desafortunadamente no exista una inversión significativa por parte de Japón en la provincia. Nakamae recuerda que 20 años atrás realizó su primera visita a Tierra del Fuego, y que en aquel entonces existían inversiones de capitales japoneses en el sector industrial, más específicamente en la electrónica y en la pesca, que luego desaparecieron. Estima que ese retiro nunca se debió a la pérdida de interés en la importancia estratégica de Tierra del Fuego, sino más bien al cambio estructural que ha experimentado tanto su país como el nuestro.

Hacia un nuevo modelo

Sostiene que nos encontramos ante una nueva etapa que nos permitirá avanzar en la elaboración de un nuevo modelo de alianza económica. Asegura que todavía no tiene una respuesta concreta a la pregunta del cómo, pero reconoce que Japón se ha transformado en un país inversor más que un país de comercio. A la vez estima que Argentina por su parte, tras dos décadas de distintas experiencias económicas debería tratar de profundizar la discusión de la política económica que permita luego encontrar un nuevo modelo de asociación.
Explica que las empresas japonesas son cada vez más dedicadas a la inversión en terceros países. En la Macroeconomía japonesa la balanza comercial ya no es un elemento mayor de ingresos de divisas para el país. El mayor ingreso de divisas para Japón es el ingreso no comercial, (por ejemplo, dividendos y recaudación por crédito) y los productos japoneses que hace décadas tenían tanta potencia, sobre todo los de consumo como los electrodomésticos, han perdido competitividad. En la actualidad los productos japoneses de mayor competitividad son los bienes de producción que van de la mano con la inversión.
Para contextualizar lo que está planteando Nakamae referencia: “En Argentina calculamos que hay 75 empresas japonesas operando. En Brasil son unas 650 empresas las que operan y en México 1.300. Entonces sin duda hay algo que en Argentina, en comparación con sus potencialidades, no está rindiendo los beneficios que debería. Aquí es donde parece que se hace necesario desarrollar algún nuevo modelo que permita desarrollar esas potencialidades. Japón y México tienen su modelo de vínculo. También lo tenemos con Brasil y con Chile. Entonces aquí es donde surge la pregunta de cuál sería el estilo que Argentina debería desarrollar para permitir un esquema de alianza económica con los potenciales inversores japoneses. Sin duda es un tema que quisiéramos profundizar”.
En este punto consultamos cuál sería el factor común, si es que existe alguno, entre los tres modelos de asociación planteados que no podamos implementar desde nuestro país. Nakamae sostuvo que es precisamente al contrario. Cada país supo desarrollar su propio modelo y detalló: “por ejemplo ,entre Japón y México. México se puso en una cadena de valor global. Tiene tratados de libre comercio con varios países de América, Europa y Asia. El 80% de las exportaciones mexicanas son industriales. En contraposición, para el resto de los países de América Latina el 80% de sus exportaciones son materias primas. México ha construido otro estilo de economía y es en este contexto Japón y México construyen una cadena de producción para exportar sus productos en tercero países.
En el caso con Brasil, el propio país con sus 230 millones de habitantes constituye un mercado gigante. Esa potencialidad por sí sola justifica un modelo de inversión.
Por su parte, Chile es un país cada vez más integrado al dinamismo comercial y económico hacia el Pacífico. De hecho en la relación comercial con Japón, Chile representa más del 60 % de las importaciones que Japón efectúa de salmón y es el principal exportador de vinos hacia Japón. Japón le compra más vino a Chile que a Francia, Italia y España.
Con esto que quiero decir, que cada país ha construido junto a Japón su propio modelo.
En Argentina hay algunas empresas que saben aprovechar las condiciones económicas tal como Toyota en el sector automotriz y otra relacionada a la explotación de litio, pero no sólo para comerciar con Japón, sino a nivel mundial. Esto demuestra que hay empresas que visualizan que el futuro no pasa sólo por el comercio bilateral, sino que tratan de formar parte de una operación a nivel global, y de allí que nos parece que la clave está en cómo hace Argentina para integrarse a esta cadena de nivel global.
Debe tenerse en cuenta que hay muchos países tratando de presentarse como destino de esas inversiones y de allí la importancia de considerar al comercio más allá de la cuestión bilateral” concluyó.

Ambiente de negocios

Por último Nakamae se refirió a la importancia que en un futuro desarrollo comercial tiene propiciar un adecuado ambiente de negocios. Sostiene que este aspecto tiene un pilar fundamental que es el diálogo entre las autoridades argentinas y los empresario japoneses. El hecho de que las autoridades argentinas conozcan las inquietudes de las empresas japonesas y que a su vez éstas conozcan de primera mano la política económica para que a su vez puedan transmitirla a sus casas matrices es una actividad fundamental. “De hecho, antes de la pandemia veníamos trabajando en ese sentido, pero lamentablemente hubo que discontinuarla. Desde el pasado mes de septiembre estamos trabajando para reestablecer ese mecanismo ya que reitero, me parece fundamental”.
Hoy hay empresas japonesas invirtiendo en temas relacionados con las energías sustentables, en el parque eólico en Santa Cruz, litio en Jujuy para duplicar su capacidad actual de producción y entre Argentina y Japón se ha firmado recientemente un memorándum de entendimiento para la cooperación en el desarrollo de la infraestructura sustentable para el suministro de hidrógeno. Proyecto que si bien resulta muy esperanzador, tecnológicamente aún supone superar muchos desafíos, sobre todo en temas relacionados al almacenamiento y transporte.
Japón Considera que Argentina puede ser un socio importante para trabajar conjuntamente en el desarrollo de estos aspectos, sobre todo por la potencialidad que ofrece la región Patagónica.
Finalmente el Embajador destacó la importancia de dos convenios firmados hace ya unos años entre Argentina y Japón referidos a la “Promoción y protección de inversiones” uno y otro orientado a evitar doble imposiciones. Nakamae sostuvo que ante la falta de un tratado de libre comercio entre Argentina y Japón, estos revisten una importancia superlativa a la hora de fomentar la inversión de capitales japoneses en Argentina. En Japón, el Parlamento tomó nota de ello y ya los trató y aprobó. Estamos a la espera de la aprobación por parte del Congreso argentino, y transcurridos dos años mantenemos la expectativa que prontamente reciban el tratamiento legislativo que permita la puesta en marcha de estos importantes instrumentos para el desarrollo de las relaciones comerciales, puntualizó.

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