Opinión – por Guillermo Worman

Votemos sin dar más vueltas

03/10/2022
L

os estatuyentes municipales cierran esta semana la reforma de la Carta Orgánica y surgió en los últimos días el debate sobre sí cambiar en Ushuaia el sistema de votación para tener segunda vuelta electoral, tal como existe a nivel nacional y en algunas provincias.
Es un sistema que no suele usarse a nivel de ciudades y que traerá mucho mayor confusión al régimen electoral de Ushuaia.
Ya votamos por preferencias para desbloquear las listas de los partidos políticos y también se incorpora la obligación de respetar los principios de la paridad democrática. Usamos boletas separadas (algo que no sucede en el resto de las jurisdicciones) y las fechas electorales están disociadas de los comicios nacionales por mandato de la Constitución Provincial. En las boletas no se pueden usar las fotos de los candidatos y hay cuatro colores en el cuarto oscuro para votar al mismo partido político.
¿Vamos a votar cada vez más distinto del resto del país para ser cada vez mejores o más confusos?
Sumar más cambios que no vienen a solucionar problemas que no tenemos, más parece una incorporación especulativa y forzada que un beneficio para la calidad institucional de la ciudad
Preguntémonos lo siguiente: ¿Qué problemas tuvimos hasta ahora en Ushuaia por votar en una primera vuelta?
Por ejemplo, la incorporación de la paridad en la Carta Orgánica responde a tres principios: el derecho a la igualdad, la no discriminación en los hechos tal como se viene dando y los lineamientos mínimos que trazó el fallo judicial que ordenó que las preferencias no pueden alterar la integración de género en el Concejo Deliberante. Entonces, acá se justifica la actualización del sistema electoral.
Ahora: ¿Qué problema viene a resolver la segunda vuelta?
El ballotage es un sistema de votación final donde terminan estando enfrentadas solo dos fórmulas electorales, tal como ocurrió en Tierra del Fuego en varias oportunidades y cómo pasó cuando se contrapusieron Daniel Scioli y Mauricio Macri en las nacionales de 2015.
En todo caso, es el sistema menos usado a nivel de provincias y mucho menos en las votaciones municipales.
¿Para qué una nueva elección a intendente después de la elección para intendente? Mario Daniele, Jorge Garramuño, Federico Sciurano y Walter Vuoto no la necesitaron, y todos ellos pudieron garantizar la gobernanza de la ciudad sin inconvenientes.
¿Algún sector de la ciudadanía la impulsó? Comunidades extranjeras fueron muy activas en pedir la incorporación al padrón electoral de la ciudad y las mujeres se presentaron con mucha intensidad para incorporar un derecho que les corresponde y fue ya reconocido por la Justicia provincial. ¿De dónde surge la segunda vuelta para la ciudad de Ushuaia y qué problema viene a solucionar? ¿Ushuaia la necesita y Tolhuín y Río Grande no?
La mejor pregunta para el final: La reforma de la Carta Orgánica casi no tuvo presupuesto y todos quienes trabajaron lo hicieron ad honorem. El principio fue no gastar fondos públicos y expresar públicamente austeridad. Incluso, todo el tiempo sobrevuela el concepto en ciertos sectores de no aumentar el gasto público.
¿Cuánta le saldrá al presupuesto público de Ushuaia una nueva elección después de la elección que hasta ahora nunca ha fracasado?
Sigamos votando en Ushuaia sin dar más vuelta.
Después de todo, tan mal no nos ha ido.

Autor : Guillermo Worman
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