Revelan alarmantes cifras de acoso sexual virtual
En Tierra del Fuego

Revelan alarmantes cifras de acoso sexual virtual

El grave delito conocido también como grooming, tiene como víctimas a niños de muy temprana edad con acceso a la tecnología e internet. Un especialista en Criminalística explicó el modus operandi de la modalidad. Se ha notado un creciente acoso en los chats de aplicaciones de juegos.
16/11/2022
E

l especialista Aníbal Lazzaroni, profesor en Criminalística, manifestó la urgencia en generar conciencia acerca del llamado grooming, o acoso sexual virtual, para que los padres puedan tomar medidas de prevención sobre todo con los más chicos, ya que empiezan a usar tecnología a edad cada vez más temprana, a partir de los 5 o 6 años, hasta los 13 o 14 años que es el punto donde el delito está más presente.
Lazzaroni es además referente del Programa de Prevención de Delitos y Violencia de la Subsecretaria de Políticas Socioeducativas del Ministerio de Educación.
Definió el acoso sexual virtual como un delito de índole penal tipificado en el artículo 131 que conlleva una condena de más de cuatro años. “Es algo grave, pasa en más del 60% de los chicos de nuestra provincia. El contacto de adultos a través de cualquier medio es algo muy frecuente en Tierra del Fuego” reveló.
El modus operandi en la mayoría de los casos consiste en que el adulto que se hace pasar por menor a través de Internet, “genera comodidad con el niño” como paso inicial para cometer el ilícito.
En la provincia, indicó, hay mucho contacto a través de redes sociales, que la mayoría las utiliza en su versión pública y no privada, lo que “deja abierta esa ventana para la entrada del delito”.
Como novedad, Lazzaroni informó que se está viendo mucho post pandemia el ingreso a través de los videojuegos o aplicaciones de juegos que se utilizan en los teléfonos, donde el problema se presenta en los chats internos: “Como lo que los chicos quieren es permanecer en el juego, para eso hay varias opciones, o se juega muy bien, que un niño no lo hace, o se piden vidas extras, o se pide dinero para mantenerse en ese juego”.
Gravemente indicó que en los chats de esas apps “aparecen personas que ofrecen vidas extras o tener dinero electrónico. Eso genera que se produzca una dependencia entre el niño y el victimario y después empiezan a pedir imágenes o vídeos”.
En cuanto a las edades, manifestó que hasta hace no mucho oscilaban en un promedio de 12 a 13 años, pero actualmente bajó bastante a entre 7 y 9 años cuando de juegos se trata.
Tierra de Fuego adhirió en 2014 a la Ley nacional que dispuso, desde el Ministerio de Educación a través de la Subsecretaría, la implementación de programas para trabajar con niños, docentes y familias, donde se hace prevención y detección y se va generando la conciencia, fundamentalmente en hacer la denuncia.
“Así se va conformando una red de trabajo, donde una familia hace la denuncia, donde hay un equipo que contiene, hay cuidado del niño para que no vuelva a caer en esas situaciones, cuidado de la familia, seguimiento judicial. Es toda una red armada para que este delito se pueda combatir” expresó el experto.
También mencionó la existencia de campañas escuela por escuela desde 2015: “Se trabaja mucho con los chicos y con los docentes en la actualización de la problemática. Y dándole a los padres la conciencia del riesgo que implica un equipo tecnológico, ya no solo un teléfono”.
Consideró trascendente que la actividad de los chicos en un equipo tecnológico siempre sea supervisada por los padres, “a través de lo que pocos conocen que es el control parental, una aplicación gratuita de todos los teléfonos que permite restringir las operaciones de acuerdo con la edad y características que cada familia quiere colocar”.
El vertiginoso crecimiento de esta modalidad delictiva es “una responsabilidad compartida”, según advirtió. E insistió en que los papás que proveen el equipo, “deben llevar adelante el rol de adulto responsable, sin vulnerar la intimidad del niño, sino velando por su seguridad”.
“Los niños pueden ser muy hábiles en el manejo, porque tiene que ver con reflejos y prácticas. Pero no son hábiles en la seguridad, que es una cuestión de maduración y conocimiento”, definió claramente el profesor.
Un último dato sorprendente aportó luego Lazzaroni: “Ellos (los niños) conocen mucho más de lo que nos imaginamos y muchas veces callan para no tener un problema con la familia. El 85% de los chicos en situación de acoso no lo manifiestan, porque tienen miedo a que le quiten el teléfono”.
Finalmente, invitó a todos los interesados de profundizar en la temática a participar de una charla abierta gratuita que protagonizará el próximo jueves 17 de noviembre a las 19 en el hotel Cap Polonio de Ushuaia, “para quien quiera conocer un poco más, hasta el daño que generan las pantallas”.

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