n el marco del Día Mundial en Recuerdo de las Víctimas de Siniestros de Tránsito, propiamente el pasado 20 de noviembre, la jueza de Faltas de Ushuaia, Doctora Silvina Oyarzún, describió el panorama estadístico respecto de las infracciones viales más comunes que se suscitan en nuestra ciudad.
La magistrada reveló que hay en la actualidad “una activa intervención de prevención y educación, esto se refleja en la cantidad de actas que ingresan al Juzgado y al tipo de conducta que se observa”.
En materia de tránsito, la conducta más observada, y donde evidentemente se deben redoblar los esfuerzos en materia de responsabilidad vial, tiene que ver con conducir utilizando el teléfono celular, “con las consecuencias fatales que puede traer quitar la vista de la vía para ver el celular” según reflejó.
En segundo término, de menor gravedad, también son numerosas las infracciones por estacionamiento, “una problemática que tiene que ver con distintos factores como el parque automotriz, los espacios y el crecimiento de la ciudad”.
Un tercer lugar en cuanto a cantidad de infracciones lo constituye una de las consideradas graves, la de conducir en estado de ebriedad, detectadas como consecuencia de constantes operativos de alcoholemia principalmente durante el fin de semana.
“Hay muchos controles, no solamente de tránsito municipal” confirmó la Dra. Oyarzún. No obstante lo cual, el tema de la alcoholemia “no ha bajado este año respecto del año pasado y se mantiene la franja etaria, por lo general no tan jóvenes sino mayores de 30 o 40 años”.
En este aspecto, tampoco se dan la mayoría de los casos durante la noche, “lo que nos lleva a analizar otros factores que escapan a la ingesta de alcohol ocasional o que tengan que ver con algún evento, sino con temas más graves como pueden ser patologías, etc.” apreció la jueza.
Respecto de la irresponsable conducción mientras se utiliza el teléfono móvil, consideró que se trata de una conducta que la gente “no la asume o la asume como naturalmente. Es de las más discutidas” según consignó.
Oyarzún insistió en las impensadas “consecuencias fatales de esta conducta que se minimiza mucho. Pero la cantidad de segundos que uno quita la vista a la conducción por estar viendo el celular, puede ser fatal, puede ser trágico”.
En virtud de la creciente estadística, señaló que “es donde se tiene que trabajar, porque no es una conducta que la persona asuma, sino que es de las más discutidas y los procedimientos que más tiene el Juzgado actualmente”. Afirmó enfáticamente que, al respecto, “falta una concientización, sobre todo de las consecuencias”.
En el caso del estacionamiento, “tratamos de ponderar algunas situaciones de emergencia, algunas necesidades que se puedan dar y que estén acreditadas en el expediente” y por lo general se remiten a la ocupación de un espacio reservado a otra persona particular, comercio o discapacitado. Son faltas que derivan en un pago voluntario.
No son altas las reincidencias en términos generales, apreció la magistrada. Pero las que se dan, en su mayoría se remiten a la alcoholemia y la evasión de controles. “Lógicamente se agrava la multa en ese caso. Es una pena accesoria de inhabilitación, que condice con la conducta grave transgresora”. Por tratarse de una falta grave, está excluida del pago voluntario e indefectiblemente debe tener audiencia y por lo tanto fallo con un pronunciamiento del Juzgado.
