a doctora Verónica Baró, directora médica de LUCCAU, Lucha Contra el Cáncer Ushuaia, en una nueva edición de su espacio por FM Master’s, este viernes se refirió a la prevención, detección temprana y tratamiento del cáncer de piel, uno de los más frecuentes, directamente relacionado con la exposición a los rayos solares.
En Tierra del Fuego en particular, el efecto del agujero en la capa de ozono en cierto momento del año, requiere por lo tanto una mayor atención en la población.
Las radiaciones solares tienen incidencia directa en el cáncer de piel en gente que está muy expuesta al sol, “por ejemplo la gente que trabaja en el campo, que tiene más incidencia de tumores de piel” dijo Baró.
Básicamente, los tumores más frecuentes de este tipo se pueden encontrar en “gente que sufrió exposición crónica al sol, gente de mayor edad. Hace unos años no se usaba protector solar, esos rayos acumulativos sobre la piel hace que hoy tengamos personas de 70 u 80 años con esta problemática” según explicó a continuación.
Los consejos en cuanto a la prevención son ampliamente conocidos, refirió la profesional de LUCCAU, y no solo alcanzan a quienes trabajan en el campo: “cuando nos exponemos al sol, especialmente en las horas de mayor incidencia de los rayos ultravioletas, que es cerca del mediodía, es cuando afectan más directamente, entre las 11 de la mañana y las 16”. En ese período, “el sol es más dañino para nuestra piel. En ese momento tenemos que usar sí o sí protección solar, si vamos a estar tomando sol o haciendo alguna actividad al aire libre o en la playa”.
La ventaja que presenta el cáncer de piel respecto de otros, es que “en la gran mayoría de los tumores con una recepción de los dermatólogos y cirujanos se curan”. Baró explicó que cuando aparecen los de tipo melanoma, son tumores de la piel que tienen “otro comportamiento muy maligno y son los que pueden dar metástasis y llevar a la muerte del paciente. El resto de los tumores de piel tienen otro comportamiento más benigno”.
Distinguió en términos de prevención el mayor cuidado de quienes tienen piel más proclive a este problema: “en las pieles de personas muy blancas, de ojos claros, que si toman 10 o 15 minutos de sol enseguida se ponen colorados o hacen ampollas. Las pieles muy sensibles tienen más riesgo, al igual que tener antecedentes familiares de melanoma”.
El cáncer de piel por radiaciones también se puede dar en personas que recibieron radioterapia por alguna patología: “es un daño parecido, la zona irradiada tiene más riesgo de generar cáncer de piel”. Pero, insistió, es “básicamente el sol la causa de este tipo de tumores, excepto el melanoma que hay una carga genética y característica de la piel que le hacen más propensa”.
En cuanto a los signos del cáncer de piel, es importante considerar la presencia de lunares, los benignos, de bordes lisos muy homogéneos en el color, frente a otros que “aparecen de golpe, van creciendo, pican, sangran, cambian de color o los bordes son diferentes, no homogéneos”. Ante esa detección, la inmediata consulta para sacarlo es fundamental.
Recomendó en personas de piel muy blanca, ante la mínima duda por la aparición de alguna mancha, concurrir al dermatólogo, “que son los especialistas que pueden detectarlo y tienen el ojo entrenado para decir este lunar lo saco, este no es totalmente benigno”.
Consignó que el efecto de las camas solares es el mismo que el sol: “tomar una o dos veces no pasa nada. El problema es la persona que toma durante todo el año, permanentemente. Está demostrado que tiene más riesgo de contraer cáncer de piel”.
Finalmente, la Dra. Verónica Baró brindó dos consejos útiles a la hora de la exposición al sol del verano en las playas: “una regla fácil de recordar es que el protector factor 30, dura 30 minutos, el 50, 50 minutos, y así. Hay que volverse a ponerse todo el tiempo. Lo otro, el gorro es fundamental, porque el cuero cabelludo es uno de los lugares donde más a veces aparecen tumores, igual que en las orejas”.
