onocida la estadística aportada por el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI) que sitúa en 2022 a Tierra del Fuego primera en la tasa de donantes de órganos por cada millón de habitantes en el país -44-, el Dr. Eduardo Serra, referente en local en trasplantes y donación de órganos, repasó el contexto en el cual nuestra provincia ostenta ese alto registro.
Serra primeramente consideró que la población de Tierra del Fuego “tiene un gran compromiso con la donación de órganos”. Señaló que antes del cambio en la ley, era la provincia con más personas inscriptas a favor de la donación por cada millón de habitantes de todo el país, “lo que ya demostraba ese claro compromiso hacia la donación de órganos”.
La modificación legislativa visibilizó mucho más el tema, “puso en la mesa de las familias el tema de donación, algo que antes no era tan tratado. Eso nos ha permitido llegar a los números actuales y al trabajo que estamos haciendo”, agregó.
La cantidad de casos de donación de órganos de Tierra del Fuego en el 2022, duplica en cantidad al mejor año hasta ahora, que fue 2019.
El gran cambio que Serra percibe, se refleja en lo que relata como experiencia de su trabajo: “antes hablábamos con la familia de la posibilidad de donación ante la eventualidad de un desenlace no esperado. Hoy, cuando planteamos la posibilidad de una mala evolución, ya la familia nos plantea el deseo de la donación de órganos”.
El profesional expuso el excelente dato de que el total de los operativos que se practican en Tierra del Fuego, han sido efectivos: “tenemos 100% de efectividad en los órganos que se trasplantan, todos los órganos que se ablacionan en la provincia se implantan y funcionan”.
Tal alto estándar logrado por el equipo profesional fueguino redunda en que, por un lado, a quien está en emergencia, “literalmente se le salva la vida, evitamos que esa persona fallezca”. En tanto, quien está en lista de espera de un órgano que no le genera una patología de riesgo vital, “le cambiamos su vida” admitió.
Ejemplificó Serra con quien necesita un transplante de córnea, que “está ciego y puede volver a ver. El que necesita trasplante renal, tres veces por semana se tiene que conectar entre tres y cuatro horas a una máquina para que le filtre la sangre, y desde el momento que se trasplanta un riñón, deja de hacerlo, recupera su vida anterior, le prolongamos y mejoramos la calidad de vida”.
Es tal la trascendencia del referido compromiso de la población fueguina con el transplante de órganos, que localmente se pasó de tener un operativo cada un año y medio, a uno por año, luego seis operativos “y ahora pasamos a tener quince en total. Llegamos a esto porque pudimos abrir unidades en los centros de salud de la provincia, hospital de Río Grande, de Ushuaia y el año pasado en el sanatorio San Jorge de Ushuaia, con profesionales que se dedican específicamente a esta tarea” además de un equipo propio de cirujanos ablacionistas y un grupo de oftalmólogos específico, según consignó el Dr. Eduardo Serra.
