ace unos 16 meses aproximadamente, una médica pediatra mexicana partió caminando desde el DF de México hacia el Sur, con destino final Ushuaia. Tardó prácticamente un año y medio en llegar, caminando con su carrito, con el objetivo de promover la vida sana, los buenos hábitos y la realización de ejercicio, de manera preventiva.
Montserrat Oñate, que en octubre del 2021 salió desde el DF para completar su proyecto llamado Salud del Movimiento en Contra de la Sindemia, por FM Master’s reveló que el objetivo de su extensa caminata por Centro y Sudamérica, recorriendo unos once países, es el de “hacer más consciente a la gente de lo importante de no solamente la actividad, sino también de saber elegir qué alimentos llevar a casa, porque gran parte de las enfermedades que vivimos día a día tienen que ver con el sedentarismo y con la alimentación poco saludable”.
Explicó que el término sindemia significa “potencialización o sinergia. Alude a cómo hay una relación muy estrecha entre el cambio climático, esta salud del planeta, con la salud del ser humano”, entendiendo a la salud como algo muy complejo porque “no solamente tiene que ver con lo físico, sino también con la cuestión emocional que actualmente, en los últimos años, en la medicina hemos descubierto la relación entre nuestro sistema alimentario, nuestro segundo cerebro, y toda esta cuestión de las emociones”.
La médica caminante hizo especial énfasis en la problemática muy vigente del uso abusivo de las pantallas por parte de las infancias, los elementos digitales, teléfonos, tablets y plataformas, chicos y chicas muchísimas horas, sentados, sin moverse ni sacar la vista de los dispositivos lumínicos.
“Estas nuevas generaciones, si bien sabemos que van a vivenciar con la tecnología de una forma muy distinta, aquí el llamado es a moderar las horas” argumentó Oñate. Focalizó luego que, evidentemente, “el mayor problema es que los niños actualmente permanecen demasiadas horas bajo el computador, las redes sociales, la televisión y entonces se pierden de algo tan importante y tan básico como es el juego”.
A su entender, a través del juego el niño tiene la oportunidad de relacionarse con otros niños: “hemos tenido un incremento en cuestiones que antes no veíamos en la infancia, como la ansiedad, el estrés, la depresión, en edades tan tempranas. Tiene que ver con que hemos roto estos vínculos que se forman a través del juego, la interacción con otros niños” expresó.
En tal sentido, hizo un llamamiento a la crianza, ante la cual la mujer que ahora está incorporada a una fuerza laboral, pero que era quien llevaba en gran parte la función de crianza, “si ahora ya es laboralmente más activa, un llamado a los hombres a que nos involucremos también en la crianza y dediquemos más tiempo en conjunto, mujer y hombre, padres, en educar a los niños y moderar las horas que permanecen frente al televisor y las redes sociales”.
Consideró imposible e inconveniente impedir el acceso a la tecnología a niños y niñas, “porque incluso hoy marca diferencia en desigualdad de desarrollo en estos niños que van a vivir y van a trabajar en el futuro como profesionales con la tecnología”.
Por ello enfatizó finalmente Monserrat Oniaty su invitación “a moderar las horas y que demos más importancia a las actividades más básicas como el juego, la movilidad, el salir a áreas naturales”.
