raíz de la difusión de imágenes que muestran un depósito a cielo abierto de bolsones de polietileno, un plástico de baja densidad y altamente inflamable, almacenado en un lugar no habilitado para tal fin, se desencadenó una fuerte polémica por las responsabilidades frente a este tipo de hechos.
La gravedad de la situación se intensifica por la cercanía del depósito a una cortina forestal, lo que incrementa el riesgo de incendio. En declaraciones en FM Masters, Julio Lovece recordó que “hay empresarios que consideran que eso es desarrollo. Consideran que desarrollar un lugar significa construir, nada más. Todo lo demás parece que cae en una especie de limbo donde todo es cuestionable. De ahí que sale esta idea de estigmatizar a los ambientalistas como aquellos que nos oponemos al desarrollo, que no queremos que se haga nada. Lo que queremos es que se hagan las cosas bien. Jamás entendí cómo se habilitó ese sector para el trabajo que se está haciendo. Es un verdadero espanto”, sostuvo el ambientalista.
Seguidamente, recordó que “en la década del 70, cuando el barrio industrial coincidía con el ingreso de la ciudad, se decidió construir una nueva avenida por arriba que es hoy la Héroes Malvinas, para que el acceso turístico a la ciudad sea ese sector. En ese sector se hizo exactamente lo mismo que abajo. Es decir, que los dos ingresos a la ciudad terminaron siendo contaminados”, dijo Lovece y agregó: “Con esta idea de deforestar para poner contenedores yo pegué el grito en el cielo porque pensé ‘este debe ser uno de los pocos lugares del mundo donde destruimos bosques nativos para meter contenedores’. Ninguna autoridad en ese momento hizo absolutamente nada, y eso quedó totalmente impune hasta donde yo sé”, reflexionó.
Consultado sobre los riesgos del acopio de miles de bolsones de polietileno sin ningún tipo de autorización, Lovece opinó que ¨el problema radica en la falta de control y supervisión por parte de las autoridades, quienes deben garantizar el cumplimiento de las normas y la protección del ambiente. En este sentido, añadió: “Yo sumaría una falencia más que es la justicia. Gran parte de la legislación que tenemos en el orden ambiental es letra muerta porque la justicia o se lava las manos, o es muy laxa, o es muy ambigua en sus apreciaciones e interpreta las cosas de acuerdo a la cara del cliente. Hay quienes, a veces, parece ser que disponen de una cuota de poder extra en la ciudad que les permite hacer este tipo de cosas. Ese lugar, si alguien lo habilitó para eso, es un error. Incumple con toda la normativa”.
Para finalizar, Lovece reflexionó sobre el concepto de desarrollo: “Además, sumando esta cuestión contradictoria porque se habla de desarrollo y se cometen este tipo de cosas. Y eso no es desarrollo sostenible ni un modelo de creación de ciudad planificada, a mí que me disculpen”, concluyó en su reflexión.