n un contexto donde el consumo problemático demanda respuestas multifacéticas, el Municipio de Río Grande profundiza su estrategia de acompañamiento a través de la Dirección de Salud Mental y Adicciones.
Con una red de 15 centros distribuidos estratégicamente -el más reciente, el Centro de Abordaje Integral "Hna. Carla Riva", inaugurado en marzo-, la gestión apuesta a un modelo de atención equitativo, comunitario y especializado, combinando prevención, apoyo terapéutico y seguimiento personalizado.
La iniciativa incluye dos pilares clave: el Grupo para personas en consumo problemático y el Grupo para familiares, espacios gratuitos que funcionan como ámbitos de escucha, contención y construcción de herramientas prácticas.
Según Andrea Manavela, directora del área, el objetivo es "generar acceso" en un escenario socio-sanitario cada vez más complejo. "El Estado debe ampliar su oferta para dar respuestas oportunas", afirmó, destacando que el centro Carla Riva simboliza esa política: un lugar de "encuentro, planificación y cuidado integral" tanto para pacientes como para sus redes afectivas.
Las actividades, dirigidas a adultos, buscan fomentar hábitos saludables, autocuidado y empatía, mientras se tejen redes comunitarias. Para el intendente Martín Perez, esto refleja el compromiso de priorizar "un sistema de salud cercano y humano".
La apuesta municipal no solo aborda la urgencia, sino que proyecta una mirada a largo plazo: reducir estigmas, facilitar la reinserción y, sobre todo, garantizar que la salud mental sea un derecho tangible.