l Contador y Vocal de la Cámara de Comercio de Río Grande, Gabriel Clementino, realizó declaraciones mediáticas luego del encuentro que referentes del sector comercial riograndense tuvieron con el Intendente Martín Pérez para dialogar sobre el impacto de la quita de aranceles a los productos electrónicos importados, medida adoptada unilateralmente por el Gobierno Nacional que impacta fuertemente en la industria.
Allí se habló de la preocupación que tienen todo el sector comercial y distintos empresarios sobre el tema y sobre el rol del reclamo y de gestión que hay que adoptar para buscar alternativas.
Clementino remarcó la importancia de “buscar mecanismos de participación” para encontrar una salida. Asimismo, admitió que “la situación comercial es difícil” y recordó que “ya venía cayendo el consumo en los últimos dos años”. En este sentido, puso énfasis en la “muy fuerte caída del poder adquisitivo”.
En lo que respecta al sector industrial de la ciudad, mencionó que la gente en las fábricas no cobra lo que cobraba. “Antes la fábrica cobraba dos veces y medio lo que era el empleado de comercio. Los que están estables hoy están un poquito más arriba del empleado de comercio y después los contratos son de 800 mil pesos por 30 días, en forma temporaria. Es imposible que en Tierra del Fuego alguien pueda sobrevivir con esos salarios”, detalló. “A esto se le suma un dólar super barato que genera inequidad con respecto a nuestros vecinos en algunos rubros como bienes durables, tecnología, ropa y algunos otros insumos familiares, que genera estas caravanas semanales a Punta Arenas y esto hace caer toda la actividad”, añadió.
El Contador reconoció que “hoy la situación de Río Grande es muy dramática” y consideró que “las alternativas que tiene la zona norte de la provincia para salir de este problema no son como las de Ushuaia”. Destacó que la capital fueguina tiene posibilidades de mercados de alta gama como el turismo y que en este marco, en verano bajan 20 mil personas semanales de los cruceros para andar por las calles.
“El problema no es que los celulares sean caros en el mercado sino que hay un achicamiento del mercado de consumo a nivel país y en ese achicamiento del mercado los actores de oferta ejercen presión. No es que le quieren llevar una ventaja o un ahorro al consumidor, acá lo que se está buscando es importar, los importadores van a tener todo el mercado para importar y los dólares que van a salir del país van a ser mucho más que los insumos de los elementos que se utilizan acá para la fabricación”, analizó.
Por último, advirtió que “se está tratando de sacar a Tierra del Fuego como actor de oferta de bienes tecnológicos”. Al mismo tiempo, sostuvo que “lejos está de que se bajen los precios” y en este aspecto recordó que lo mismo pasó con las notebooks. “Cuando nos sacaron del mercado los precios no bajaron. Las trajeron de afuera y los que hicieron negocio fueron los importadores”, concluyó.
