Sulma Paredes alerta por la emergencia alimentaria en Andorra
Crisis social

Sulma Paredes alerta por la emergencia alimentaria en Andorra

La referente del comedor "El Rincóncito del Fin del Mundo" advirtió que no logra asistir a todas las familias por falta de recursos. Actualmente acompañan a 60 grupos familiares con alimentos y contención social.
18/09/2025
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a situación social en el barrio Andorra se agrava día a día. Sulma Paredes, responsable del comedor “El Rincóncito del Fin del Mundo”, aseguró que atraviesan un momento crítico: “Tenemos menos gente, pero con más personas anotadas para ayudarles, pero no podemos. No tengo los recursos para poder ayudar a tanta gente”.

El comedor ha tenido que reducir la cantidad de beneficiarios debido a la caída de las donaciones y el aumento de la demanda. “Disminuí porque no puedo cocinar y decir ‘hasta acá me alcanza’ y el otro poco no puedo”, explicó. La baja en los aportes se debe en parte a la crisis económica, y también a que muchas personas que solían colaborar ya no están en la provincia. Actualmente, asisten a 60 familias, aunque muchas otras permanecen en lista de espera. “No puedo anotar a todos los que vienen porque no tengo para ayudar”, lamentó Paredes. El comedor ofrece almuerzos y, cuando hay disponibilidad, también meriendas. “Entregamos todo el mismo día, a la misma hora, para que no tengan que volver. Acá hay barro, hay que tomar la combi, y mucha gente no tiene para el pasaje”.

Además de los alimentos, en el espacio se dictan clases de apoyo escolar, escuela bíblica y talleres abiertos a la comunidad. “Las puertas siempre están abiertas. Nosotros no cobramos nada ni tenemos un sueldo. No respondemos a ninguna bandera política”, aclaró.

Paredes expresó que su objetivo es cerrar el comedor y que las familias puedan sostenerse con empleo digno. “Hicimos una cooperativa de trabajo con mi esposo para conseguir trabajo y cerrar el comedor. Pero no tuvimos suerte. Nadie nos dio una mano”, expresó. Entre las necesidades actuales, mencionó la urgencia de contar con alimentos no perecederos, abrigo, utensilios y elementos básicos para asistir a familias que han perdido todo en incendios.

También remarcó la importancia de promover talleres laborales para jóvenes y adultos. “Conseguimos el playón municipal, pero seguimos pidiendo. Queremos una plaza digna para los chicos que viven jugando en el barro”.

Pese a las dificultades, mantiene la esperanza gracias a quienes aún colaboran: “Doy gracias y saludo a las jubiladas que siempre están. No sé cómo hacen, pero colaboran una vez al mes”.

Quienes deseen acercar donaciones pueden hacerlo a la casa 4 de la 552, sobre la calle principal de Andorra, frente al playón municipal, o comunicarse al 5090280. “Es una casa de chapas blancas con dos estatales. Todos nos conocen”, indicó.

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