a Secretaría de Planificación e Inversión Pública de Ushuaia retomó los trabajos de infraestructura urbana en la zona de Monte Gallinero, con el objetivo de mejorar la circulación peatonal y revalorizar un sector de alto tránsito. La obra principal consiste en la construcción de una nueva vereda frente a la Escuela 22 y el Juzgado, bordeando el turbal hasta Fuegia Basket, y culmina en la Plaza Bolivia, que también está siendo intervenida.
La arquitecta Belén Borgna, secretaria del área, explicó en diálogo con “Zoom a Diario” que se trata de una intervención clave en una de las zonas más transitadas de la ciudad, donde confluyen instituciones educativas, organismos judiciales y paradas de colectivos. “Es una de las esquinas más utilizadas por vecinos y vecinas, con alto tránsito peatonal y presencia de las líneas A y B de colectivo”, indicó. La parada de transporte ubicada en la zona es la más consultada de la ciudad, según datos municipales.
Los trabajos habían comenzado a principios de año, pero fueron interrumpidos por obras de infraestructura hídrica ejecutadas por la DPOSS. Concluidos esos trabajos, el municipio pudo retomar la ejecución y avanzar gracias a las buenas condiciones climáticas. “Aprovechamos la ventana climática hasta hace unos días, y ahora seguimos trabajando para terminar una obra que jerarquiza no solo la circulación, sino también el entorno urbano”, detalló Borgna.
La obra forma parte de un plan municipal de intervenciones urbanas con fondos propios, ante la falta de acompañamiento del Gobierno nacional “con un Estado nacional ausente, que se ha corrido de la obra pública, los municipios afrontamos el desafío de sostener la infraestructura con recursos cada vez más limitados”, sostuvo la funcionaria. “El recorte no es abstracto: impacta en obras que mejoran la vida cotidiana de la gente”, agregó.
Entre los objetivos de estas obras figura el fortalecimiento del uso comunitario de los espacios verdes urbanos, como los turbales. “No se trata solo de una vereda, sino de poner en valor un área con enorme potencial ambiental y social”, explicó. El uso de materiales intertrabados permite un diseño accesible y seguro para peatones, ciclistas y personas con movilidad reducida. Además, la obra elimina sectores degradados que solían ser utilizados para el abandono de vehículos o como puntos de arrojo de residuos voluminosos.
Nuevas veredas
En paralelo, el municipio avanza con otras veredas comunitarias proyectadas para esta temporada, entre ellas en sectores como Laguna del Diablo y avenida Alem, cerca del Camino de los Presos. “Estamos priorizando los lugares de mayor impacto: donde hay escuelas, espacios recreativos, paradas de colectivos o alta circulación”, explicó. También recordó que los frentistas son responsables del mantenimiento de sus veredas, tanto en condiciones estructurales como durante la limpieza invernal.
La funcionaria municipal mencionó además el trabajo articulado con otras áreas del municipio para concientizar sobre el uso del espacio público. “Necesitamos la colaboración de vecinos y vecinas, sobre todo en relación al tratamiento de residuos y el abandono de autos, para que estas mejoras se sostengan en el tiempo”, indicó. Las tareas incluyen campañas informativas y acciones conjuntas con la Secretaría de Gobierno y de Ambiente.
La pasarela Fique
Una de las obras mencionadas durante la entrevista fue la pasarela urbana, actualmente paralizada por la interrupción del financiamiento internacional. Borgna confirmó que el municipio inició el proceso de rescisión administrativa para poder continuar los trabajos con recursos municipales. “La pasarela se ejecutó con fondos de la CAF (Corporación Andina de Fomento), pero el Gobierno nacional interrumpió los pagos y dejó una deuda millonaria. Queremos terminar con mano de obra y materiales propios, aunque sea de forma progresiva”, afirmó en la entrevista radial.
A pesar del parate de la obra provocado por el desfinanciamiento nacional, el tramo actual de la pasarela es ampliamente utilizado por los vecinos los fines de semana, lo que confirma su apropiación comunitaria. Según Borgna, se busca completar el pavimento articulado central, las veredas perimetrales con bicisenda, la iluminación y el mobiliario urbano. “No podemos intervenir hasta cerrar el expediente, pero ya iniciamos ese camino para finalizar una obra muy valorada por la ciudadanía”, dijo.
Por último, anticipó que en octubre, si las condiciones climáticas lo permiten, el municipio ingresará en la etapa final de la obra de acceso a la ciudad, que incluye la instalación de iluminación y la recuperación de una torre para uso turístico. “Vamos a continuar trabajando, aunque sea con recursos escasos, para garantizar el derecho a una ciudad más segura, accesible y ordenada”, concluyó.