la par que Ushuaia celebró una nueva edición de su tradicional desfile aniversario con un cierre multitudinario: la elaboración y servicio de la paella más grande de la Argentina. Según los organizadores, se cocinaron 15.000 porciones del emblemático plato, en una jornada que combinó producción local, identidad fueguina y compromiso ambiental.
“Por lo que hemos podido rastrear, no hay otra paella en el país que alcance estas dimensiones”, afirmó Luis Bernal, chef y referente del grupo GDS dentro del Grupo Newsan, a cargo de la preparación. La receta —inspirada en la versión valenciana— incluyó 1500 kilos de mariscos, 700 kilos de pollo, una tonelada de vegetales y 600 kilos de arroz, además de varios litros de caldo especiado que se fue incorporando en cocción escalonada desde las 7 de la mañana.
El operativo gastronómico involucró a más de 100 trabajadores, distribuidos en 15 paelleras gigantes de un metro y medio de diámetro por 20 centímetros de alto. “Arrancamos con 10.000 porciones en 2016, después llegamos a 12.000 y ahora a 15.000. La carpa de los ex combatientes nos permitió cocinar bajo techo, algo clave porque al aire libre los mecheros se complican con el clima”, explicó Bernal.
Entre las novedades de este año se destacó la inclusión de una versión vegetariana de la paella, pensada para personas que no consumen productos de origen animal. “Algunos dicen que eso no es paella, pero hay muchas variantes. En este caso incluimos brócoli, coliflor, hongos, alcauciles, además del sofrito tradicional”, detalló.
Otro aspecto valorado fue la utilización de envases compostables fabricados con caña de azúcar. “Hace años que dejamos de usar plásticos. Estos envases tienen bajo impacto ambiental y acompañan lo que marca la ley”, señaló el cocinero.
El servicio comenzó una vez avanzado el desfile, alrededor de las 14 horas, y se extendió hasta las 17. Las paellas fueron cocinadas de forma escalonada, con una nueva tanda lista cada 20 minutos. “Pedimos que cada persona sirviera una porción, para que todos pudieran disfrutar. Y si querían repetir, podían volver a hacer la fila. Pero evitamos que se lleven varias porciones a la vez o traigan táperes, porque queremos que alcance para toda la comunidad”, aclaró Bernal.
Para el equipo organizador, el evento fue mucho más que una acción gastronómica. “Los chicos de GDS lo esperan todo el año. Hay alegría, hay orgullo. Es un gesto colectivo donde volcamos nuestra tarea diaria en algo que se transforma en celebración popular”, expresó el chef.
Una parte de la población de Ushuaia pasó por la carpa a degustar la paella, en una postal que ya se consolida como una de las fiestas gastronómicas más grandes del sur argentino. “Hay que convertirla en una fiesta nacional. Ya tenemos la Noche más Larga; esta debería ser la Fiesta Nacional de la Paella Austral”, propusieron desde la organización.