l doctor en biología Adrián Schiavini aseguró que el fenómeno de los perros asilvestrados en Tierra del Fuego ha ingresado en una nueva etapa. Según explicó, ya no se trata únicamente de animales domésticos abandonados que migran a zonas rurales, sino de canes nacidos directamente en silvestría, sin contacto con humanos. “La población se volvió autosustentable. En todos los establecimientos del ecotono se ven madrigueras y cachorros”, afirmó.
Indicó que estos animales no reconocen al ser humano ni lo asocian con amenaza o alimento. “Son perros domésticos de vida libre. No pasaron por un proceso de socialización y eso implica nuevos riesgos”, explicó. Advirtió que una situación especialmente peligrosa puede darse si una persona se cruza con una madriguera. “La madre va a defender a sus crías, sin distinguir si se trata de un humano”, sostuvo.
En paralelo, los ataques a la ganadería han aumentado y se amplían a nuevos blancos. “Los perros ya están atacando novillos. No lo hacen para alimentarse, sino por el estímulo de perseguir lo que corre”, indicó. Detalló que muchos animales mueren empantanados o desangrados por heridas. “El paso de ovejas a vacas como alternativa de producción dejó de ser una solución. Las vacas también están siendo atacadas”, señaló.
En ese marco, destacó el uso de perros protectores de ganado como la herramienta más efectiva para prevenir ataques, aunque reconoció que su implementación requiere coordinación. “No es una herramienta plug and play. Si no se alimenta bien al perro o si hay movimiento de hacienda en campos vecinos, el perro se va a cuidar animales en otro predio. Se necesita manejo conjunto”, explicó.
También consideró que la eliminación directa de perros silvestres es una medida que ya aplican algunos productores como estrategia de urgencia. “No hay protectores de vacas todavía. Hay que desarrollarlos. Mientras tanto, reducir la población de perros es la única herramienta disponible para muchos”, afirmó. Advirtió que las tierras fiscales y áreas protegidas podrían convertirse en fuentes de perros si no se actúa de forma integral.
Schiavini alertó que la población de perros asilvestrados se multiplicó por diez en los últimos ocho años. “No son animales desnutridos. Están bien alimentados. Consiguen comida cazando ganado o fauna silvestre”, señaló. Frente a esta realidad, consideró indispensable una estrategia sin límites geográficos: “El paisaje debe manejarse como un todo, sin importar si es tierra privada o pública”.
Finalmente, cuestionó el congelamiento de un proyecto científico iniciado en 2022 para evaluar la efectividad de los perros protectores de ganado entre productores vecinos. “Funcionaba bien y demostraba que, con manejo coordinado, la producción ovina podía mejorar. Pero desde diciembre de 2023 no recibimos respuesta del Estado nacional. No sabemos si se canceló, si se congela o si sigue. Nadie contesta”, denunció.