l gobernador Gustavo Melella encabezó ayer en la ciudad de Río Grande la ceremonia de egreso de la vigésimo sexta promoción de oficiales ayudantes y la quincuagésima octava promoción de agentes de la Policía de la Provincia, en un acto que reunió a autoridades provinciales, fuerzas de seguridad y familiares de los nuevos efectivos.
Durante el acto se entregaron reconocimientos, sables y títulos a 34 oficiales ayudantes, Técnicos Superiores en Seguridad Pública y Ciudadana orientada a la Formación Policial, y a 70 agentes de Policía que culminaron su trayecto de formación profesional.
En su discurso, Melella destacó el esfuerzo realizado a lo largo del proceso formativo y el acompañamiento familiar. “Hoy es un día de fiesta y tienen que recordarlo siempre así, porque en este tiempo de preparación han superado muchas dificultades y han crecido, y las familias son testigos y los docentes también del crecimiento personal que han tenido”, expresó, poniendo en valor “el sacrificio que ustedes y sus familias realizaron”.
El mandatario subrayó además el sentido profundo de la función policial. “Ser Policía es más que un trabajo, es una vocación de servicio a los demás, es grandiosa, y son capaces hasta de dar la vida por los demás”, señaló, y agregó que “cuando salgan a la calle; vayan en un patrullero o estén en una Comisaría, tengan los ojos, la mente y el corazón puesto en el vecino que necesita su ayuda”.
En ese marco, Melella afirmó: “Estamos convencidos que tenemos la Policía más sana de nuestro país y de eso todos los fueguinos estamos orgullosos”.
Por su parte, el Comisario General Manuel Anzoategui, titular de la Dirección de Institutos Policiales, destacó la culminación de un nuevo ciclo lectivo en la Escuela de Cadetes “General Don José de San Martín” y en la Escuela de Suboficiales y Agentes “Agente Ernesto Krund”, y valoró “el compromiso indeclinable de la Policía Provincial con la seguridad pública y la protección ciudadana”.
“Ustedes han adquirido las competencias operacionales, los protocolos de intervención y la ética profesional esenciales para la prevención del delito, la protección de los derechos y la preservación de la paz social”, señaló Anzoategui, quien también reconoció el trabajo de instructores, docentes y personal de apoyo.
Finalmente, el jefe policial instó a los egresados a honrar la confianza social: “La función policial es ante todo un acto de entrega permanente, la comunidad fueguina reconoce nuestra institución como honesta y confiable, por lo que los exhorto a mantener y elevar ese prestigio a través de sus acciones diarias”.