uestro colega Martín Alfaro se caracteriza por jugar a la pelota con el cuchillo entre los dientes. El hombre es un picapiedra, voluntarioso pero rústico. Pero a la hora de los asados se pone la costilla (de cordero) entre los dientes y se luce cual pacman de video juego: arrasa con todo. Testigos de confianza dan cuenta que sus mejores performances son al lado de la parrilla y no con la pelota en los pies.