n medio del marcado clima de inestabilidad económica que vive el país, sin saber a ciencia cierta todavía cuáles serán las previsiones de transferencias nacionales y de las principales variables macroeconómicas para el año entrante, el Poder Ejecutivo debió presentar ayer el proyecto de presupuesto provincial para el 2023.
La escasa información que trascendió sobre el proyecto, que deberá ser reformulada una vez que el 15 de septiembre el Gobierno nacional remita su proyecto de presupuesto al Congreso, da cuenta que el Ministro de Economía, Federico Zapata, estimó que la Provincia contará durante el 2023 con ingresos por orden de 189.874 millones de pesos y deberá afrontar gastos por 213.843 millones.
Se estimó un resultado económico de 6.612 millones en rojo y un déficit total por orden de 24 mil millones de pesos, números estos muy similares a los planteados en el proyecto de presupuesto 2022.
A mediados de la semana pasada, el propio Gobernador admitió públicamente que el proyecto de presupuesto 2023 a presentar al Parlamento iba a ser “un dibujo”. “Hoy no podemos pensar en ningún presupuesto. Por Constitución, la Provincia lo tiene que presentar antes que el gobierno nacional, y no hay datos de cómo va a ser la inflación del año que viene, de cuánto va a estar el dólar, no hay datos del presupuesto nacional como referencia, así que hacer un presupuesto provincial simplemente va a ser para fijar metas, objetivos, pero sería irreal, sin conocer las variables” señaló en aquel momento.
Agregó, en esas declaraciones realizada en Río Grande, en el proyecto se iban plantear “los objetivos prioritarios” en materia de Salud, Educación y Seguridad” pero que “los números no van a reflejar la realidad” porque “el país está en un momento complejo, y no sabemos qué va a pasar en términos macroeconómicos, qué va a pasar con la inflación”.
Ante este clima de incertidumbre pidió a los Legisladores “ser flexibles, tener la cabeza abierta y dejar las chicanas políticas de lado”, y volvió a insistir en “una reforma constitucional, ya hay que adaptar las leyes a la realidad”.
