n el marco de la dramática situación habitacional que se sufre en la ciudad de Ushuaia, principalmente en relación con los altísimos alquileres y la informalidad al respecto, María Elena y María Elba, representantes de la Agrupación “Que Nos Escuchen” que integra a los inquilinos, hicieron oír sus reclamos ante la compleja situación que viven.
La agrupación comenzó hace unos cinco meses cuando la situación del desmedido aumento de los alquileres se hizo insostenible, a lo que se agregan la aparición de algunos desalojos y otros temas más.
Las mujeres hicieron mención a un impagable nivel de alquileres hoy en Ushuaia de entre $120.000 y $150.000: “Un sueldo en Ushuaia, uno de los mejores, ronda en $180.000. Esto es algo indiscutible, no puedo creer que los políticos no se estén dando cuenta ni estén haciendo nada” expresaron.
Luego de una primera marcha, el gobernador Gustavo Melella los recibió en audiencia donde le pidieron que decrete en forma inmediata la emergencia habitacional: “Nos decía que no era muy posible, porque los propietarios presentan un recurso de amparo y lo hacen caer” fue la respuesta que obtuvieron. “Al menos pedimos que se haga algo para que no haya desalojos, pero todavía no hay resultados”.
Respecto de los desalojos, consideraron que, durante la pandemia, cuando se encontraban suspendidos, “el gobierno tanto nacional como provincial ayudaron a los propietarios a pasar ese tiempo. El problema es que ahora el propietario tiene una propiedad privada y no se puede hacer nada”.
Para ellas, la única herramienta que tiene el gobernador para resolver la dramática situación “es la construcción. Acá en la provincia tenemos poca tierra, pero tiene que haber algo que haga que se regule de alguna manera el alquiler y que nos aseguren el techo a los habitantes de Ushuaia”.
El problema principal es que los alquileres temporarios han crecido enormemente en la capital fueguina, por lo que a los propietarios ya no les conviene alquilar regularmente, sino ofrecerlos al turismo con dividendos muy superiores.
“La gente está olvidada, desprotegida y desamparada en Ushuaia, esa es nuestra preocupación. Nunca fuimos contra el propietario, porque es propiedad privada y ellos en su casa pueden hacer lo que quieran, cobrar lo que quieran y el ciudadano lo paga o no lo paga, alquilas o no alquilas” explicaron con lógica. Sin embargo, esta cruda realidad trae como consecuencia “mucha gente que está en situación de calle en este momento, viviendo en casa de amigos, o de un lado a otro”.
Otra problemática es que muchos jóvenes que en su momento se independizaron y comenzaron a pagar un alquiler mientras trabajan o estudian, “no pueden pagar más el alquiler y tuvieron que volverse con los padres. En una sociedad eso significa que el joven puede tomarlo como un fracaso” consignaron a continuación María Elena y María Elba.
Hasta tanto se encuentre una solución definitiva, “la gente se está quedando en la calle porque no puede pagar el alquiler, porque el propietario lo desaloja” y para eso se creó la Agrupación, para ayudar y asistir.
Relataron luego un dramático desalojo producido semanas atrás, donde un propietario aprovechó que su inquilina, a la que ya había intimado para dejar la vivienda, salió para concurrir a su trabajo, ingresó y le sacó sus cosas a la calle. Señalaron que la señora estaba pagando puntualmente el alquiler y sobrellevaba un embarazo de riesgo. “Presentaron una carta documento para desalojarla en 72 horas, pero en 24 horas la sacaron. Me pregunto dónde están los fiscales” denunciaron al respecto.
Pintaron una realidad donde muchos propietarios no están debidamente inscriptos, por lo cual alquilan sin contrato y en condiciones usurarias y perjudiciales para el inquilino. “Media Ushuaia está sin contrato. Hay propietarios especuladores que alquilan más de lo que indica la Ley” añadieron. Y agregaron algunos ejemplos como un mono ambiente en Los Morros a $120.000.
Para el año próximo, la situación empeorará claramente si no se encuentra una solución. Las mujeres piensan que los alquileres llegarán como mínimo a $150.000 y de ahí hacia arriba.
También cuestionaron la modalidad de algunos propietarios -“no todos, algunos son muy empáticos con la gente” distinguieron- que por tener contrato firmado, utilizan el hostigamiento al inquilino para que deje la vivienda en cuestión. “Hostigan, hostigan y hostigan al inquilino, tenemos un montón de gente en el grupo en esta situación. En un momento la gente se estresa tanto que empieza a buscar otro alquiler”.
Finalmente, refirieron que después de reunirse con el gobernador, se las remitió a las áreas sociales de la Municipalidad y la Provincia, lo cual no es ni por asomo la solución que necesitan: “Lamentablemente están trabajando con herramientas muy viejas, la ayuda que pueden dar es para gente indigente, sin trabajo y directamente en la calle. Es necesario que se actualicen las herramientas de ayuda, porque ahora es el laburante el que no puede pagar el alquiler” explicaron claramente.
