driana Reisfeld, referente de Memoria Activa, asociación civil por verdad y justicia en la causa AMIA, expresó su indignación ante la posible jubilación del juez De Gamas Soler, quien continúa severamente cuestionado por su desempeño en la investigación del atentado terrorista de 1994.
En la previa al acto en conmemoración del sangriento atentado, ocurrido en Buenos Aires hace 29 años, Reisfeld se refirió puntualmente a quien fuera secretario del no menos nefasto ex juez Juan José Galeano, quien tuvo a su cargo la causa AMIA, activo encubridor y pagador de coimas con plata negra de la SIDE, el todavía juez de Tierra del Fuego Javier De Gamas Soler, por haber ya presentado el trámite para jubilarse en forma extraordinaria, luego de modificado el régimen previsional provincial, pretendiendo terminar su carrera judicial, no preso, sino jubilado por la caja previsional de nuestra provincia.
“Más que una reflexión, lo que justifica esto es un reclamo. ¿Cómo le van a aceptar que se pueda jubilar una persona que está en proceso de ser impulsado por una irregularidad, nada más y nada menos, que en el atentado a la AMIA? Hay que finalizar este proceso, y después ver” afirmó, visiblemente ofuscada, Reisfeld.
La activista también puso en duda la supuesta edad del juez y cuestionó seriamente su posible jubilación: “creo que no tiene ni la edad para jubilarse. No debe tener 65 años, debe tener 50 años. No entiendo cómo le van a aceptar la jubilación. Eso es justamente una patraña y es realmente ensuciar más la causa”.
Reisfeld recordó el rol de De Gamas Soler como secretario del juzgado de Juan José Galeano y su implicación en el pago de coimas al entonces acusado Carlos Telleldín: “él estaba al tanto de todo lo que sucedía, está filmado el día que se le pagó a Telleldín. Es una vergüenza que vaya a presentar la renuncia y después el proceso de jubilación. Esperemos que no pase”.
La referente de Memoria Activa espera que el Consejo de la Magistratura actúe de manera adecuada y no acepte la renuncia del juez: “espero que el Consejo de la Magistratura haga las cosas como corresponde, y no le acepte la renuncia. Que haya un jury de enjuiciamiento y que tenga la condena que debe tener, que es nada más y nada menos que lo que merece, es por lo que él trabajó”.
Adriana Reisfeld también destacó la importancia de la condena al Estado argentino por parte del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, aunque criticó la falta de avances en la tramitación: “en noviembre del año pasado estuvimos en Uruguay donde fue la audiencia, y la Corte Interamericana debe expedirse, todavía no lo hizo, con una condena para el Estado argentino. Esperamos que haya una condena firme, porque el Estado argentino debe ser sancionado por no cuidar a nuestros familiares, para que no pase un atentado y por no investigar después del atentado”.
El rechazo de Adriana Reisfeld refleja no solamente la demanda de justicia y el compromiso por esclarecer los hechos relacionados con el atentado a la AMIA, sino también la vergonzosa realidad de tener en Tierra del Fuego a una persona aplicando el servicio de Justicia, cuando sobre él pesan semejantes acusaciones. Y que, como corolario, obtendría el beneficio jubilatorio.
