ario Germán Álvarez, Sergio Germán Gómez y Catalina Maira Álvarez fueron absueltos por el delito de homicidio agravado por el que fueron llevados a juicio, tras ser procesados, en febrero del año pasado, por la presunta participación en la muerte de Miguel López Villarroel.
El Tribunal de Juicio en lo Criminal de Río Grande, integrado por los jueces Juan José Varela y Eduardo López y la jueza Verónica Marchisio; resolvieron absolver a todos, en virtud de lo que ordena la Constitución Provincial, cuando establece que en caso de duda sobre cuestiones de hecho debe estarse a lo más favorable al imputado.
En la resolución también ordenan el cese inmediato de todas las medidas cautelares que pesaban contra las tres personas que estuvieron bajo proceso desde febrero del año pasado, hasta este mes. Es más, Mario Germán Álvarez y Sergio Germán Gómez, estuvieron alojados en la Unidad de Detención durante un año.
Las tres personas que enfrentaron este juicio oral, en Río Grande, eran familiares directos de Norma Gómez, una mujer que fue encontrada muerta en su vivienda, la madrugada del 3 de febrero de 2024. A su lado, estaba López Villarroel, una persona que ninguno de la familia conocía y lo consideraron ser el asesino de la mujer; por ello, se presumía que, en venganza de lo sucedido, habrían asesinado a este hombre.
Durante el desarrollo del juicio oral, que demandó dos semanas, los tres acusados brindaron su declaración sobre lo sucedido, en donde ninguno de ellos se hizo responsable de la muerte de López Villarroel. Todos alegaron ser inocentes y, solamente Catalina, que fue la primera en llegar a la vivienda y ver a su madre muerta, confesó que mantuvo un forcejeo con la víctima.
Con todas las pruebas que fueron producidas durante las audiencias, fue el propio fiscal, Jorge López Oribe, que solicitó la absolución de Mario y Sergio, acusando únicamente a Catalina de tener responsabilidad en el hecho, aunque cambió la calificación del delito de homicidio agravado, por el de homicidio simple, considerando como atenuantes un estado de emoción violenta.
La abogada Adriana Varisco, estuvo a cargo de la defensa de los tres acusados. Al momento de brindar su alegato, adhirió al pedido de absolución de Mario y Sergio, y pidió que Catalina también sea absuelta, entendiendo que la joven nunca tuvo intención de matar a López Villarroel y que ello sucedió de manera accidental.