l pasado 19 de diciembre, la empresa fueguina VOLAR S.A. dio un paso significativo en su desarrollo operativo con la incorporación de un Beechcraft B200 a su base del Antiguo Aeropuerto de Ushuaia. La aeronave arribó tras completar un vuelo directo desde Santiago de Chile, de 4 horas y 41 minutos de duración, cubriendo 1.250 millas náuticas. El trayecto permitió validar en condiciones reales las prestaciones de alcance, autonomía y confiabilidad del turbohélice, atributos indispensables para operar en el Atlántico Sur y proyectarse hacia el continente antártico.
La llegada del B200 se inscribe en una estrategia más amplia: consolidar a Ushuaia como plataforma logística aérea y fortalecer la capacidad argentina de operar con medios propios en escenarios remotos. En ese marco, la aeronave de ala fija complementa una flota que ya cumple funciones clave en turismo, evacuaciones sanitarias, apoyo a emergencias y transporte especializado en toda la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.
El eje central del proyecto es la operación antártica. Durante las próximas semanas, las tripulaciones de VOLAR iniciarán un programa intensivo de entrenamiento específico para el B200. Se trata del primer paso formal hacia un objetivo concreto: establecer un puente aéreo regular entre Ushuaia y las bases Marambio y Conjunta Petrel, ubicada en la Isla Dundee. La planificación apunta a la temporada 2026/27, sujeta a las autorizaciones correspondientes de la ANAC, la Dirección Nacional del Antártico y el Comando Conjunto Antártico.
Desde el punto de vista operativo, el Beechcraft B200 aporta una combinación crítica de velocidad, alcance y capacidad de carga, factores determinantes para el abastecimiento, el traslado de personal científico y técnico, y eventuales evacuaciones desde la Antártida. A diferencia de otras plataformas, su versatilidad permite adaptarse a distintos perfiles de misión, reduciendo tiempos y aumentando previsibilidad en un entorno donde las ventanas meteorológicas son limitadas.
Pero el alcance del proyecto excede lo estrictamente aeronáutico. La iniciativa refuerza una lógica de soberanía basada en infraestructura, capacidades locales y continuidad operativa. Operar vuelos antárticos desde Ushuaia, con tripulaciones entrenadas y aeronaves propias, implica fortalecer la presencia argentina en el extremo sur sin depender exclusivamente de esquemas externos.
Con esta incorporación, VOLAR S.A. avanza en un posicionamiento que combina desarrollo regional y proyección estratégica. La conexión aérea entre Ushuaia y la Antártida deja de ser solo una aspiración y comienza a estructurarse como un sistema posible, apoyado en planificación, inversión y experiencia operativa acumulada. En un territorio donde cada decisión logística tiene peso geopolítico, el nuevo B200 suma una pieza concreta a un tablero de largo plazo.
